AICR: Historia y Misión
¿Puede algo tan simple como los alimentos que elige reducir su riesgo de cáncer? La respuesta es un abrumador sí. Si sigue una dieta predominantemente vegetal que incluya una variedad de verduras, frutas, cereales integrales y legumbres, puede reforzar las defensas naturales de su cuerpo contra la enfermedad.
Hace sólo dos décadas, la idea de que el cáncer era una enfermedad prevenible era rechazada de plano por muchos miembros de las comunidades científica y médica. Incluso los investigadores cuyo trabajo era muy prometedor seguían teniendo dudas sobre la conveniencia de dedicar más tiempo y dinero al estudio de la relación entre la dieta y el cáncer.
Poco después de la fundación del AICR, la Academia Nacional de Ciencias (NAS) publicó un informe titulado Diet, Nutrition and Cancer (Dieta, Nutrición y Cáncer), que avivó el debate al revelar una clara relación entre la dieta y la incidencia del cáncer. El informe proponía medidas sencillas y cotidianas para reducir el riesgo. Se puso de manifiesto que unas pocas y positivas elecciones de estilo de vida sobre la dieta y el ejercicio ofrecían a los individuos una oportunidad real de detener el cáncer antes de que empezara.
Esta es la nueva y audaz iniciativa de pensamiento científico que el AICR ha llevado a cabo durante los últimos 18 años. En 1997, el Instituto añadió su propia y única voz al debate en curso con la publicación de Food, Nutrition and the Prevention of Cancer: A Global Perspective.
Este informe representa el último y más completo examen jamás realizado sobre la conexión entre la dieta y el cáncer. Elaborado por un grupo internacional de expertos, Food, Nutrition and Prevention of Cancer: A Global Perspective (Alimentación, nutrición y prevención del cáncer: una perspectiva global) revisó más de 4.500 estudios y ofreció su propia serie de recomendaciones para la prevención diaria del cáncer.
El informe de la AICR, y los esfuerzos educativos que ha inspirado, han contribuido a que el estudio de las influencias de la dieta sobre el cáncer deje de ser un tema «marginal» desde el punto de vista científico y se convierta en el centro de atención nacional, e incluso mundial.