Este capítulo presenta una visión general de la política de bantustán sudafricana. La Política de Bantustán de la República de Sudáfrica, elaborada y aplicada desde la década de 1950, tiene como objetivo la creación de «patrias» autónomas y, en última instancia, independientes, para el reasentamiento forzoso de la población negra de Sudáfrica, donde los negros puedan ejercer sus derechos políticos. La aparición de la moderna política de bantustanes está marcada por la Ley de Autoridades Bantúes de 1951, que abolió el Consejo de Representantes de los Nativos, reduciendo así aún más la voz política de los nativos, y manifestó un cambio esencial de filosofía al tratar a los negros ya no como un grupo único, sino como miembros de unidades nacionales lingüísticas separadas. Esta evolución se vio acelerada por el Informe de la Comisión Tomlinson de 1954, que proponía una patria completamente separada para cada grupo africano. Este nuevo concepto de apartheid surgió bajo los primeros ministros Verwoerd y Vorster y se aplicó de forma gradual.