Según una leyenda relativa a las dinastías Ming y Qing, en las zonas remotas de Ya’an había un chef dedicado a experimentar con los alimentos. Después de estudiar y practicar el arte de mezclar sopas durante mucho tiempo, inventó con éxito una fórmula para producir carne y caldo de pollo aromáticos. Sin embargo, el pollo era un lujo y sólo se servía en días festivos.
Pollo bon bon con salsa
Alguien ideó una estrategia: cortar el pollo entero en rodajas finas y venderlo por rodajas. Esta estrategia resultó ser muy eficaz, y las «rodajas de pollo» se ganaron una buena reputación. Sin embargo, surgió otro problema: un cuchillo de cocina no podía cortar un pollo entero en rodajas de manera uniforme, y los clientes suelen ser exigentes a la hora de comprar. Sin embargo, se descubrió que golpear el pollo en trozos con un palo gigante solucionaba este problema. Al mismo tiempo, el caldo del jugo se infunde en el pollo y le añade sabor. Cuando se prepara el plato, uno sostiene un palo y otro un cuchillo; el sonido que hacen el palo y el cuchillo al golpearse mutuamente tiene una calidad rítmica, casi musical, de ahí el nombre de pollo bang bang.