La presión cricoidea para ocluir el extremo superior del esófago, también llamada maniobra de Sellick, puede utilizarse para disminuir el riesgo de aspiración pulmonar del contenido gástrico durante la intubación para la inducción rápida de la anestesia. El uso eficaz y seguro de esta técnica requiere formación y experiencia. La presión cricoidea está contraindicada en pacientes con sospecha de lesión cricotraqueal, vómitos activos o lesiones inestables de la columna cervical. La técnica puede resultar especialmente difícil en pacientes con antecedentes de intubación difícil. La presión recomendada para evitar el reflujo gástrico es de entre 30 y 40 Newtons (N, equivalente a 3-4 kg), pero las presiones superiores a 20 N provocan dolor y arcadas en pacientes despiertos y una presión de 40 N puede distorsionar la laringe y complicar la intubación. Por lo tanto, el procedimiento recomendado es inducir la anestesia y aplicar una presión de unos 30 N, ya sea manualmente o con el yugo cricoideo, para facilitar la intubación. Las complicaciones notificadas de la presión cricoidea durante la intubación incluyen la rotura del esófago y la exacerbación de lesiones insospechadas de las vías respiratorias.