¿Qué es el proceso ancóneo no unido (PAU)?
El proceso ancóneo no unido (PAU) es una anomalía del desarrollo en la que el proceso ancóneo no se fusiona con el cúbito. La apófisis ancónea es una porción del cúbito que ayuda a estabilizar la articulación del codo al interdigitarse con el húmero. Esta porción del cúbito se desarrolla como una isla ósea separada que se hace visible en las radiografías cuando el cachorro tiene entre 12 y 13 semanas de edad y normalmente se fusiona con el cúbito a las 16-20 semanas. Si la apófisis ancónea no se fusiona con el cúbito, el codo se irrita a causa del trozo de hueso suelto (UAP), lo que provoca inflamación, dolor y disminución del uso del miembro anterior. La apófisis ancónea no suele fusionarse correctamente debido a un mal ajuste entre los huesos que componen la articulación del codo. El desarrollo de la artrosis permanente se producirá a lo largo de meses o años con la presencia continuada del fragmento libre dentro de la articulación. Las razas predispuestas a la UAP son el pastor alemán, el terranova y el san bernardo. La UAP puede estar presente en uno o ambos codos.
Diagnóstico
La mayoría de los perros presentan cojera de las extremidades anteriores a partir de los 4-5 meses de edad. Durante el examen físico, los hallazgos más comunes son la cojera de las extremidades anteriores, la inflamación de la articulación del codo y el dolor al mover el codo. Las radiografías muestran un desprendimiento de la apófisis ancónea, especialmente con el codo colocado en flexión extrema. A menudo se emplea la artroscopia para realizar una inspección visual de la articulación en busca de otros problemas potenciales antes de la corrección quirúrgica de la UAP.
Tratamiento
La extirpación completa de la apófisis ancónea suele ser la opción de tratamiento de elección. Tras la extirpación del PAU, la función del codo suele volver a la normalidad a corto plazo. La mayoría de los perros evolucionan bien a largo plazo, con una leve progresión artrítica a lo largo del tiempo. En determinados casos, se puede cortar el cúbito para liberar la presión anormal que se había ejercido sobre la apófisis ancónea debido a un mal ajuste entre los componentes de la articulación del codo. La selección adecuada de los casos (en función de la edad) es fundamental para el éxito de este procedimiento, que puede realizarse con y sin fijación de tornillos del PAU al cúbito. Al liberar la presión anormal, la UAP puede seguir fusionándose o «uniéndose» con el cúbito. Los mejores resultados se obtienen siempre si el PAU se diagnostica pronto, antes de que se produzcan cambios articulares degenerativos (artrosis). La presencia de otras anomalías del cartílago y/o cambios artríticos antes de la cirugía puede disminuir significativamente la posibilidad de obtener buenos resultados a largo plazo. Los perros que presentan cambios articulares degenerativos pueden requerir fisioterapia y medicación para mejorar su nivel de confort y la función de los miembros anteriores.
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