La formación en psiquiatría comunitaria es obligatoria en todos los programas de formación de residencia en psiquiatría de adultos. A diferencia de otros elementos básicos de la formación, el contenido específico no está claramente articulado, dejando el diseño del programa y el contenido a los programas individuales. Al mismo tiempo, el significado de «psiquiatría comunitaria» está cada vez más en el ojo del espectador; las estructuras y los sistemas tradicionales han perdido financiación, los servicios son más difusos, y el modelo médico tradicional es cada vez menos valorado. En esta columna describimos un enfoque de la formación en psiquiatría comunitaria que pretende preparar a los futuros psiquiatras para los retos clínicos y sistémicos a los que sin duda se enfrentarán y que logra este objetivo a través de la atención de los alumnos a una subpoblación especialmente vulnerable: las personas sin hogar con enfermedades mentales graves y persistentes. Describimos cómo este modelo enseña a los residentes a pensar simultáneamente en los niveles individual y sistémico y les permite comprender la necesidad crítica de utilizar enfoques de tratamiento no tradicionales para proporcionar una atención integral a esta población marginada. Creemos que este paradigma clínico y formativo puede ser replicado y podría guiar a otros programas de formación de residentes en su enfoque de la enseñanza de la psiquiatría comunitaria.