Servier – Flebolinfología

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Buenas prácticas en el tratamiento de las hemorroides

La enfermedad hemorroidal representa una de las afecciones médicas más comunes en el hombre. Las estadísticas más recientes indican una prevalencia de alrededor del 25% en la población adulta, y superior al 50% en los mayores de 50 años. Sin embargo, la prevalencia y la incidencia son probablemente mayores, teniendo en cuenta que, en ciertos pacientes, la enfermedad comienza de forma asintomática.
El origen de la enfermedad hemorroidal puede ser mecánico o vascular (hemodinámico):
Según la teoría mecánica, la estructura de soporte del plexo hemorroidal sufre una involución espontánea que incluye una laxitud excesiva y conduce al desplazamiento de las hemorroides internas. La presión intrarrectal o abdominal aguda son factores de empeoramiento.
Se reconoce cada vez más que los factores vasculares desempeñan un papel importante en el desarrollo de la enfermedad hemorroidal a través de las alteraciones de los plexos vasculares y la disfunción de las derivaciones arteriovenosas, cuyo efecto se amplifica, como ya se ha dicho, por el aumento de la presión abdominal.
La enfermedad hemorroidal se asocia a menudo con la inflamación. Por lo tanto, el tratamiento de las hemorroides debe alcanzar tres objetivos: eliminar los factores mecánicos y locales desencadenantes, reducir la inflamación, siempre presente en las manifestaciones agudas, y restablecer las condiciones hemodinámicas y microcirculatorias óptimas.

Eliminar los factores mecánicos y locales desencadenantes
Para alcanzar el primer objetivo es necesario observar ciertas medidas dietéticas y de estilo de vida, que representan la base del tratamiento.
El régimen dietético, sobre todo, debe incluir alimentos ricos en fibra y líquidos abundantes para asegurar la regularidad del alvus y mantener una consistencia blanda de las heces.
Para ello se pueden utilizar laxantes mecánicos, como la vaselina o la parafina líquida, así como evitar el consumo de bebidas estimulantes (té, café), alcohol y especias. Se debe prestar gran atención a la higiene personal y a los hábitos diarios, evitando el tabaquismo, el sedentarismo y la posición sentada durante periodos prolongados.
Se duda del papel del tratamiento local, que puede llevarse a cabo mediante agentes empleados en diversas combinaciones: anestésicos locales, antiinflamatorios, sustancias lubricantes y sustancias con tropismo venoso local.
Todos estos medicamentos tienen un efecto favorable sobre la fenomenología clínica, aunque, hasta ahora, los estudios han puesto en duda su eficacia real.

Reducir la inflamación
El segundo objetivo a conseguir en el tratamiento de las crisis hemorroidales es la prevención de la inflamación. Se ha demostrado que los niveles de metabolitos del ácido araquidónico (en particular de prostaglandinas y leucotrienos) son más elevados en la fase aguda.1
Por lo tanto, es necesario administrar, en la enfermedad hemorroidal aguda, sustancias capaces de antagonizar las acciones de los mediadores químicos de la inflamación, incluidas las cininas y las linfocinas, y de inhibir la activación enzimática del ácido araquidónico.

Restablecimiento de las condiciones hemodinámicas y microcirculatorias óptimas
Los trastornos hemodinámicos y microcirculatorios provocan la inflamación de los tejidos y la disminución del tono venoso. Los principales mediadores inflamatorios implicados son la PGE-2 y el TXA-2, cuyos niveles son más elevados durante los ataques. Las manifestaciones clínicas de estos trastornos son el dolor y las hemorragias, que son muy incapacitantes en la vida diaria del paciente9. El tercer objetivo consiste por tanto en oponerse a la síntesis de PGE-2 y TXA-2.

Daflon 500 mg EN EL TRATAMIENTO DE LAS HEMORROIDES

Daflon 500 mg parece ofrecer una respuesta farmacológica completa a todas las necesidades del tratamiento de las hemorroides. En primer lugar, se ha demostrado que los flavonoides, entre los que se encuentra Daflon 500 mg, retienen las enzimas de los lisosomas e interfieren con las enzimas que intervienen en el flujo del ácido araquidónico, causante de la inflamación.2
Daflon 500 mg también ha demostrado una actividad antioxidante, que le permite oponerse a los radicales libres,3 así como un efecto de disminución de la síntesis de PGE-2 y TXA-2 por parte del macrófago.4
Todos estos efectos se traducen en una reducción de la permeabilidad pericapilar,5 y un aumento de la resistencia capilar a la extravasación sanguínea en el intersticio.
El efecto hemodinámico se manifiesta a través de un aumento del tono venoso demostrado tanto experimental6 como clínicamente.7
Respecto a los beneficios clínicos, dos estudios recientes han demostrado la extraordinaria eficacia de Daflon 500 mg, tanto en los ataques agudos como en los recurrentes.

Daflon 500 mg proporciona una eficacia completa en los ataques agudos

Todos los síntomas mejoran significativamente a partir del segundo día de tratamiento.
Se realizó un estudio doble ciego, controlado con placebo, en 100 pacientes que padecían enfermedad hemorroidal confirmada por proctoscopia, que presentaban un ataque hemorroidal agudo de hasta 3 días, que no había sido tratado. El tratamiento duró 7 días a la dosis de 6 comprimidos durante 4 días y 4 comprimidos durante 3 días.
Se realizó un examen clínico en el D0 y en el D7, con una evaluación de los síntomas y su mejoría utilizando una escala de 4 puntos.
Los resultados de este estudio demostraron una mejoría global de los síntomas significativamente mayor en los pacientes tratados con Daflon 500 mg en comparación con los controles (P<0,001), que ya era evidente en el segundo día de tratamiento, pero más marcada al final. Las puntuaciones utilizadas para evaluar el sangrado, el dolor y el prurito se redujeron en ambos grupos en el día 7, pero en un grado notablemente mayor en los pacientes tratados con Daflon 500 mg (P<0,001); se observaron resultados análogos en relación con el tenesmo, con un porcentaje de resolución menos relevante (Figura 1) y los signos clínicos objetivos (proctitis). Asimismo, la duración y la intensidad de la crisis actual, en comparación con la anterior, se redujeron mucho más en los pacientes tratados con flavonoides en comparación con el grupo placebo (P<0,001) (Figura 2).

Figura 1
Figura 1. Daflon 500 mg mejora todos los síntomas relacionados con
los ataques de hemorroides.

Figura 2
Figura 2. Daflon 500 mg reduce significativamente la duración y
la intensidad de los ataques en comparación con los ataques anteriores.

Los propios pacientes experimentaron una mejora significativa a partir del segundo día de tratamiento con Daflon 500 mg.
En el estudio del profesor Misra, los pacientes evaluaron la eficacia de Daflon 500 mg en su calidad de vida durante los ataques agudos, utilizando una escala de autoevaluación.
Por lo tanto, evaluaron la eficacia del medicamento en diferentes signos y síntomas que se producen durante los ataques agudos, como el dolor, el prurito, la proctitis y la hemorragia, así como la mejora general.
En concreto, 100 pacientes tomaron Daflon 500 mg durante sus ataques agudos a la dosis de 6 comprimidos al día durante los primeros 4 días, seguidos de 4 comprimidos al día durante los 3 días siguientes, o un placebo.8 Como se muestra en la figura 3, Daflon 500 mg demostró una extraordinaria rapidez de acción, ya que casi la mitad de los pacientes notaron una mejora significativa después de sólo 2 días de tratamiento, frente a sólo el 6% en el grupo de placebo.
Esta extraordinaria y rápida eficacia se atribuye a la exclusiva forma micronizada de Daflon 500 mg. Por lo tanto, el tamaño muy pequeño de las partículas de Daflon 500 mg, en comparación con otros fármacos flebotrópicos, (1,7 μm frente a 36,5 μm) conduce a una mayor absorción9 (dos veces más), una eficacia más fuerte y rápida con Daflon 500 mg.

Figura 3
Figura 3. Los pacientes reconocen una mejora significativa a partir del
segundo día de tratamiento con Daflon 500 mg.

Daflon 500 mg ofrece una protección a largo plazo contra los ataques recurrentes

Tanto el estudio de Cospite como el de Misra se han continuado durante 2 y 3 meses, evaluando la frecuencia e intensidad de los ataques frente a diosmina no micronizada y placebo respectivamente. La dosis era entonces de 2 a 3 comprimidos al día. La intención era ver si el tratamiento con diosmina o placebo era capaz de modificar el número y la duración de los ataques hemorroidales. También se trataba de comprobar si la forma única micronizada de Daflon 500 mg presentaba alguna ventaja en comparación con las otras formas.
Los resultados obtenidos demostraron una reducción significativa del número de episodios agudos en todos los grupos (Figura 4).

Figura 4
Figura 4. La reducción superior de los episodios agudos con
Daflon 500 mg, gracias a la micronización.

En el estudio de Misra, parecía que el número de ataques hemorroidales recurrentes era significativamente menor en los pacientes que tomaban Daflon 500 mg en prevención, con más de 6 de cada 10 pacientes sin ninguna hemorragia recurrente (Figura 5).

Figura 5
Figura 5. Daflon 500 mg ofrece una protección a largo plazo contra
los ataques recurrentes.

CONCLUSIÓN

Las hemorroides son muy incapacitantes para los pacientes, y los ataques recurrentes son frecuentes.
La inflamación asociada a las crisis agudas, en la que intervienen la actividad enzimática, los radicales libres y los mediadores de la inflamación conducen al dolor y al sangrado. Gracias a sus propiedades farmacológicas únicas, Daflon 500 mg responde a todas las necesidades de un tratamiento hemorroidal eficaz. Los beneficios clínicos de dichas propiedades están ahora bien documentados.
Estos dos estudios han demostrado que la forma micronizada única y el modo de acción integral de Daflon 500 mg proporcionan a los médicos y a los pacientes una eficacia más rápida y fuerte en los ataques agudos, a la dosis de 6 comprimidos durante los primeros 4 días, y de 4 comprimidos durante los 3 días siguientes. Esta eficacia permite una menor tasa de recidivas, a largo plazo, y una disminución de la intensidad y la duración de los ataques recurrentes (dosis de 2 comprimidos al día).

1. Limasset B, Michel F, Rey R, Guarrigues G, Crastes De Paulet A. Factores inflamatorios en el plexo hemorroidal. Actas del Congreso Europeo de la Unión Internacional de Flebología. Budapest. 6-10 Sept 1993.
2. Baumann J, Bruchhausen F, Wurm G. Flavonoids and related compounds as inhibitors of arachidonic acid peroxidation. Prostaglandins. 1980;20:627-639.
3. Labrid C. Flavonoids, inflammatory phenomena, and permeability of capillary vessels. Medicographia. 1989;11:32-39.
4. Damon M, Flandre O, Michel F, Crastes de Paulet A. Effects of chronic treatment with a purified flavonoid fraction on inflammatory granuloma in the rat. Arzneimittelforschung/Drug Res. 1978;37:1149-1153.
5. Galley P. Etude de l’activité de Daflon 500 mg sur la résistance capillaire. J Int Med. 1987;88:25-26.
6. Labrid C, Duhault J, Vix C. Propriétés pharmacologiques de Daflon 500. J Int Med. 1987;85:30-36.
7. Cospite M, Milio G, Amato C, Scrivano V, Ferrara F. Modificazioni dell’emodinamica venosa trattati con alte dosi di diosminaflavonoidi. Farmaci. 1985;11:451-546.
8. Cospite M. Double blind placebo controlled evaluation of clinical activity and safety of Daflon 500 mg in the treatment of acute hemorrhoids. Angiology. 1994;45:566-573.
9. Garner RC, Garner JV, Gregory S, Whattam M, Calam A, Leong D. Comparación de la absorción de comprimidos micronizados (Daflon 500 mg) y no micronizados de 14Cdiosmina tras su administración oral a voluntarios sanos mediante espectrometría de masas con acelerador y recuento de centelleo líquido. J Pharm Sci. 2002;91:32-40.

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