Hito: Permanencia de los objetos
Entre los cuatro y los siete meses, tu bebé desarrollará la permanencia de los objetos, es decir, entenderá que aunque algo desaparezca de su vista (como un peluche querido o incluso tú), no ha desaparecido para siempre. Hay muchos juegos divertidos que pueden ayudar a desarrollar esta nueva habilidad.
- Escondite con juguetes: Coloca un juguete bajo una manta o una toalla pequeña. Al principio, puedes dejar un poco del juguete a la vista para darle a tu hijo una pista de que está escondido ahí debajo. Levanta la tela para descubrir el juguete y dale a tu bebé la oportunidad de hacerlo él mismo. Los bebés de esta edad se están convirtiendo en expertos «agarradores» a medida que trabajan la motricidad fina. Este juego les da la oportunidad de agarrar y sostener sus juguetes y mordedores favoritos. También puedes esconder los objetos a tu espalda o detrás de objetos más grandes y devolverlos a la vista. Prepárate para un montón de respuestas felices y emocionadas!
- Cucú: ¡Este juego nunca pasa de moda! Puedes mezclarlo cubriendo tu cara con un libro o colocando un paño para eructar sobre tu cabeza y quitándolo. O bien, acueste a su bebé de espaldas, inclínese y utilice sus piececitos para cubrir/revelar su cara.
- ¿Adivina qué mano? Coloca un pequeño juguete en tu mano y alterna qué mano tiene el juguete y qué mano permanece vacía.
Estos geniales trucos potencian el desarrollo cognitivo y ayudan a preparar a tu peque para enfrentarse a otros grandes hitos venideros, como la ansiedad por separación. Entenderán que, aunque no puedan ver a mamá o a papá, ¡volverás!
Tu cuerpo: Patadas fantasma
Un fenómeno totalmente extraño que experimentan algunas madres primerizas son las «patadas fantasma» mucho después de haber dado a luz. Jurarás que hay un bebé dando patadas dentro de tu vientre, aunque no estés embarazada. (¡Y el viaje frenético a la farmacia para comprar una prueba de embarazo!)
Lo que realmente sientes es un espasmo muscular o un gas. Pero tu cerebro sigue interpretando esas sensaciones como patadas del bebé, ya que estabas muy acostumbrada a ellas durante el embarazo. Antes de entrar en pánico, debes saber que se trata de una situación normal después del parto. Las patadas fantasma pueden empezar de inmediato (sobre todo cuando el útero se contrae después del parto) e incluso pueden sentirse aquí y allá hasta los primeros años de vida del bebé.
Qué hacer cuando el bebé tiene fiebre
Es inevitable que los bebés tengan fiebre. Pueden dar miedo, sobre todo cuando tu pequeño es demasiado pequeño para decirte lo que no le sienta bien. Pero recuerda que la fiebre no es realmente una enfermedad; es la forma en que el cuerpo de tu bebé combate una infección viral o bacteriana. En algunos casos, las vacunas pueden provocar fiebre.
¿Qué temperatura es la fiebre? Una fiebre se define como una temperatura superior a 100,4 F (38 C).
Qué hacer cuando su bebé tiene fiebre: En un bebé por lo demás sano, la mayoría de las fiebres pueden tratarse en casa con medicamentos (si son necesarios) y cariño. A continuación te explicamos cómo tratar la fiebre:
- Si tu bebé tiene la temperatura corporal alta, está irritable o no se encuentra bien y no come ni bebe normalmente, tómale la temperatura. A esta edad, un termómetro rectal da la mejor lectura. Las temperaturas de hasta 39,5 ºC en un niño de entre 3 meses y 3 años son habituales y no suelen ser motivo de gran preocupación. Pero a esta edad, es conveniente llamar al médico si la fiebre alcanza los 38,5 grados o más.
- Manténgalo cómodo e hidratado. Viste al bebé con ropa ligera y ofrécele tomas adicionales para asegurarte de que recibe suficientes líquidos.
- Para reducir la fiebre y aliviar el malestar, es seguro darle paracetamol (Tylenol). Asegúrese de que está dando la dosis exacta en función del peso de su bebé. El ibuprofeno (Advil/Motrin) sólo debe utilizarse en niños mayores de 6 meses. No le des aspirina a tu bebé, ya que se ha relacionado con el síndrome de Reye.
- ¡Calma! Cuando tu bebé está enfermo, necesita más caricias. No te estreses con el entrenamiento del sueño (incluso si has hecho buenos progresos). Atiende las necesidades de tu bebé a la hora de dormir y durante la mitad de la noche durante este tiempo. Volverás a dormir una vez que esté mejor.
- Llama a tu pediatra si la fiebre supera los 40 F, dura más de 24 horas, no baja con los antifebriles o tu bebé no ingiere suficientes líquidos o se muestra extremadamente letárgico. Otros motivos de preocupación son el llanto excesivo, las convulsiones febriles, la presencia de sangre en la orina o las heces y/o la dificultad para respirar. Si algo te parece «raro», confía en tu instinto y llama al médico. Aunque tu bebé tenga poca fiebre, nunca debes sentirte avergonzada de llamar a tu pediatra para que te aconseje sobre el tratamiento y te tranquilice. Para eso están!
Tu hijo debería volver a ser el mismo de siempre en unos días, retomando sus pautas normales de alimentación y comportamiento. Pero puede estar cansado mientras se recupera, así que no se exceda en las actividades durante un par de días.