El rincón del médico: visita del bebé de 6 meses
¿Puede creerlo? Has llegado a la mitad del primer año del bebé. La niebla del recién nacido se ha disipado (¡hola de nuevo, mundo!), y te estás convirtiendo en una experta en hacer todo con una sola mano, con un niño en la cadera.
A estas alturas, ya has ido a un montón de revisiones de bebé sano. En la de los seis meses, le medirán el peso, la altura y el perímetro cefálico (como es habitual) para controlar su crecimiento. El pediatra le examinará de pies a cabeza para comprobar los reflejos, el corazón, los pulmones, los ojos, los oídos, el vientre, los movimientos corporales y la zona del pañal.
El médico de tu bebé también observará de cerca los hitos del desarrollo, como rodar, sentarse, comer alimentos sólidos y la dentición, así como las habilidades lingüísticas y sociales emergentes. Es posible que tengas preguntas sobre la introducción de nuevos alimentos, las alergias, la ingesta de leche materna o de fórmula, los horarios de las siestas y las cacas inusuales (porque buscarlas en Google no fue una buena idea). Asegúrate de anotarlas con antelación, para recordarlas en el momento.
Esta cita incluye una ronda de vacunas (¡puedes consultar el calendario de vacunación de los CDC para prepararte mentalmente!) Y teniendo esto en cuenta, intente programar la visita del bebé sano entre las horas de siesta, para no tener un bebé extra irritable en sus manos.
Su cuerpo: Encontrar tiempo para hacer ejercicio
Encontrar el tiempo y la energía para hacer ejercicio es un reto. Siempre hay una razón para no hacerlo: estás cansado, no tienes tiempo, no tienes guardería, prefieres ver algo en Netflix, la colada (TANTÍSIMA COLADA), estás muy cansado (sí, el agotamiento merece ser mencionado dos veces).
Todas esas razones son completamente válidas y pueden ser difíciles de superar. La clave para retomar el camino es empezar poco a poco y hacer algo que se adapte a tu horario (¡o a la falta de él!). Estos son algunos consejos para hacer que el ejercicio sea más manejable:
- No te pases. No es necesario ir de 0 a 60. Empiece despacio y vaya cogiendo fuerzas para realizar entrenamientos más intensos y largos: ¡su cuerpo en recuperación se lo agradecerá! Camina durante unas semanas antes de correr o prueba con clases de baja intensidad antes de lanzarte a los entrenamientos HIIT.
- Planifica tus entrenamientos con antelación. Enfréntese a una nueva semana con un plan de juego flexible. Digamos que su objetivo es hacer ejercicio tres veces esta semana. Planifica una clase de fin de semana fuera de casa cuando tu pareja, un familiar o un amigo pueda estar en casa con el bebé, un largo paseo (o algo como una clase de cuerpo total de Fit4Mom Stroller Strides) con tu hijo durante la semana un día y un entrenamiento en línea durante una siesta. Si tienes ganas de salir de casa, comprueba si tu gimnasio local ofrece servicio de guardería in situ.
- Haz algo que te guste. Spinning, yoga, barre, pilates, kickboxing, cardio, Zumba, jogging, power walking, hip-hop dance, entrenamiento a intervalos de alta intensidad… si disfrutas de tu entrenamiento, estarás más motivada para seguirlo. Ir con un amigo es aún mejor!
- Haz un entrenamiento en línea. En esta etapa imprevisible de la vida, a menudo es más fácil hacer un entrenamiento en casa. Sin desplazamientos, sin horarios de clase, sin necesidad de reservar una guardería. Hay muchos entrenamientos en línea increíbles que se pueden hacer en el salón de casa, con un equipamiento mínimo o nulo. Algunas recomendaciones probadas y aprobadas por las nuevas mamás son: YogaGlo, Beachbody on Demand, Yoga with Adriene, Class FitSugar, Boho Beautiful, the Fitness Marshall, Flybarre y ClassPass Live.
- Haz ejercicio en el trabajo. Aprovecha el gimnasio de tu oficina o sal a entrenar cerca o a caminar durante el almuerzo si tu horario te lo permite. No siempre es fácil cuando estás deseando llegar a casa con tu bebé al final del día, pero es un estímulo mental y físico importante.
- Hazlo a trozos. En lugar de intentar hacer un entrenamiento largo (¡que no siempre funciona!), haz algunas cosas a rachas a lo largo del día: un breve vídeo de Pilates en línea, una sesión improvisada de abdominales junto a tu bebé en la alfombra de juegos y una ráfaga de ejercicios cardiovasculares con un paseo por el barrio.
Hacer ejercicio con un bebé en casa no siempre va a salir como está previsto. El timbre de la puerta o el ladrido del perro pueden interrumpir la siesta de tu pequeño (y tu entrenamiento a su vez). Pero recuerda: todo lo que hagas por ti (¡incluso si son sólo 10 minutos!) es una victoria en estos días!
Lenguaje de signos para bebés
Los bebés saben lo que quieren mucho antes de poder decir las palabras en voz alta. Por suerte, existe una forma eficaz de comunicar sus deseos y necesidades con simples gestos de las manos: el lenguaje de signos para bebés. Incluso a los seis meses, puedes empezar a enseñar a tu hijo un puñado de signos esenciales que le ayudarán a expresarse con mucha menos frustración.
Empieza con signos que señalen objetos, actividades o personas comunes (más, leche, mamá, papá, pañal, todo hecho, dormir). (Este libro puede ser un buen punto de partida). Participe en la actividad y diga la palabra mientras hace el signo. Es posible que no repitan los signos hasta que estén cerca de los siete u ocho meses, así que ten paciencia durante todo el proceso.
Con la suficiente repetición a lo largo del tiempo, tu bebé se dará cuenta y empezará a replicar esos signos. Asegúrate de seguir hablándole a tu bebé además de las señas para fomentar también el desarrollo del lenguaje verbal.