Tabla de datos de los alimentos – Calcio

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27: CALCIO

El calcio, en combinación con el fósforo y otros elementos, es necesario para dar fuerza a los huesos y a los dientes. Cuando la ingesta de calcio en la dieta es superior a las necesidades del organismo, parte del exceso de calcio se almacena en los huesos. Cuando nuestra ingesta diaria de calcio no cubre las necesidades, el calcio almacenado en los huesos queda disponible para cubrir este déficit.

El calcio tiene otras funciones importantes. Es esencial para la coagulación normal de la sangre y es un vínculo vital en la transmisión de los impulsos nerviosos. También es un elemento esencial en la regulación de las enzimas, en la secreción de insulina en los adultos y en la regulación de la función muscular.

Durante los periodos de crecimiento la demanda de calcio es mayor de lo habitual, aunque parte del calcio se incorpora al hueso en otras etapas de la vida. Así, los niños, los adolescentes y las mujeres embarazadas y lactantes necesitan calcio adicional. Los adultos necesitan reponer continuamente el calcio que se pierde del cuerpo en la orina y las heces y, en menor medida, en el sudor.

La utilización del calcio de los alimentos por parte de nuestro organismo puede verse afectada negativamente por la presencia de dos sustancias químicas denominadas ácido fítico y ácido oxálico. El ácido fítico se encuentra en la parte del salvado de los cereales, y el ácido oxálico está presente en cantidades significativas en las espinacas y el ruibarbo. La magnitud del efecto depende de la cantidad de estos ácidos que consumamos y puede ser necesaria una mayor ingesta de calcio si se consumen grandes cantidades de alimentos que contienen ácidos oxálicos y/o fíticos. Las dietas ricas en proteínas y también en sal también aumentan las necesidades de calcio.

La osteoporosis, una disminución de la densidad del hueso, es una enfermedad que se hace especialmente evidente en las mujeres después de la menopausia, y es responsable de muchas fracturas óseas graves que se producen en este grupo. Se asocia a una disminución del calcio en los huesos y puede deberse a un desequilibrio entre el calcio y el fósforo en etapas anteriores de la vida. Obtener el calcio adecuado y evitar los factores que afectan negativamente al equilibrio del calcio a lo largo de la vida puede ser útil para prevenir el desarrollo de esta enfermedad. En la vejez puede ser difícil reponer el calcio óseo perdido.

Contrariamente a la creencia popular, los cambios en las uñas no son un indicador de una ingesta inadecuada de calcio.

INTEGRACIÓN DE CALCIO

Ingesta dietética diaria recomendada de calcio (Australia):
Los bebés:

Niños:

Hombres adultos:

Mujeres adultas:

Embarazo (3er trimestre):

Lactancia:

1100 miligramos

1200 miligramos

300-500 miligramos

700-1200 miligramos

800 miligramos

800-1000 miligramos

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