La revista dominical
Publicado: 12 de abril de 2019
Los médicos de atención primaria son buenos para hacer pruebas a los pacientes en busca de las posibles causas de una tos crónica, pero están «atascados» y no pueden ayudar cuando los resultados de esas pruebas son negativos, dice la doctora Jaclyn Smith, que se dedica a la investigación de la tos.
«Hace que la situación sea más estresante y más molesta, lo que tiende a empeorar la tos, en realidad», dijo Smith, neumóloga y profesora de medicina respiratoria en la Universidad de Manchester en Inglaterra.
También es miembro de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Tos.
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«Creo que a los médicos les resulta muy difícil, y ahí es donde entramos los clínicos como yo, que nos interesamos especialmente por la tos», dijo Smith a Michael Enright, de The Sunday Edition.
La gran mayoría de las personas que padecen una tos persistente inexplicable tienen entre 50 y 70 años, y el doble de ellas son mujeres, según Smith.
Una de sus áreas de interés es idear una forma de contar la frecuencia con la que tosen las personas, porque «la mejor manera de desarrollar buenos tratamientos para cualquier síntoma o problema es encontrar formas de medirlo con precisión.»
Dijo que eso es esencial para determinar si un fármaco u otra intervención funciona.
«Es obligatorio que los pacientes se hagan una radiografía de tórax si llevan mucho tiempo tosiendo», dijo Smith. «Algunas pruebas respiratorias también pueden ser útiles. Y si son normales, entonces, en atención primaria, lo que harán los médicos es probar con inhaladores para el asma».
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También pueden recetar aerosoles para los síntomas nasales o, si el paciente muestra signos de enfermedad por reflujo gastroesofágico, bloqueadores de la acidez, dijo.
Si nada funciona, los tosedores crónicos pueden ser remitidos a un neumólogo para que los investigue más.
«Tenemos algunas intervenciones que podemos ofrecer y estamos haciendo ensayos clínicos en este momento, de nuevas terapias, para intentar ayudar a mejorar la hipersensibilidad de los nervios que controlan el reflejo de la tos», dijo Smith.
Los nervios irritados podrían ser los culpables
La tos asociada a virus y otras infecciones se resuelve en unas ocho semanas. Cuando dura más tiempo, se considera que es crónica, inexplicable o, en la jerga médica, refractaria.
«Muchos de los pacientes que vemos en la clínica de tos crónica llevan años tosiendo», dijo Smith, y añadió que no es raro tratar a personas que llevan hasta cinco años tosiendo. Por lo general, se trata de una tos seca que repercute negativamente en su vida cotidiana.
El tabaquismo, la sinusitis o el reflujo pueden provocar una tos persistente. En los casos en los que no se dan esos factores, «creemos que el principal problema es que los nervios que controlan el reflejo de la tos se están volviendo supersensibles y se disparan todo el tiempo», dijo Smith.
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Algo tan sencillo como hablar puede activar esos nervios, ya que los seres humanos tienen muchos de ellos en su caja de voz. Se supone que protegen las vías respiratorias, explicó Smith.
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«Pero si esos nervios se han vuelto sensibles, los movimientos y las vibraciones asociadas al hablar pueden ser suficientes para desencadenar esa respuesta», dijo.
La tos persistente también puede tener un efecto negativo en el bienestar emocional del paciente, según Smith, que afirma que existen mitos en torno a la tos refractaria o inexplicable.
«Creo que lo que más angustia a mis pacientes -porque muchas de estas personas no han fumado nunca en su vida- es que les digan que es un mal hábito y que sólo tienen que dejar de toser. Si pudieran dejar de toser, lo harían de verdad», dijo.
«Y la otra cosa que creo que es bastante desagradable para los pacientes es cuando están en público… y sienten que la gente les mira como si tuvieran algo infeccioso o algo que pudieran transmitir. Por lo tanto, la gente se aleja de ellos, lo que tampoco es muy agradable.»
ADVERTENCIA
No hay cura para la tos, pero existe tratamiento
En la clínica para la tos donde trabaja Smith, no hay cura para la tos refractaria, pero los médicos pueden ofrecer tratamientos que no están ampliamente disponibles.
Una opción para los pacientes graves es la morfina -en pequeñas cantidades-, que ayuda a desensibilizar los nervios que desencadenan el reflejo de la tos.
«Mucha gente piensa que suena horrendo, y le aterra que pueda volverse adicta», dijo Smith. «Sin embargo, no se tiende a ver eso con estas pequeñas, diminutas dosis, y eso puede ser útil en una proporción de pacientes».
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Sin embargo, la mayoría de las veces la clínica utiliza la terapia física.
«Es posible entrenar a los pacientes con ejercicios para relajar la garganta, lo que creo que es útil para que puedan controlar mejor la tos por sí mismos», dijo.
«Técnicas como la deglución seca, los bostezos silenciosos, las inhalaciones y las degluciones pueden ser enseñadas por logopedas y fisioterapeutas, y hay al menos un estudio que sugiere que se puede reducir la cantidad de tos en un 40% aproximadamente. Por lo tanto, no elimina la tos, pero puede ayudar a las personas a controlarla y a sobrellevarla».
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