El tratamiento del conducto radicular es necesario cuando la pulpa (la capa más interna del diente que alberga nervios y vasos sanguíneos) se inflama o infecta. Esto puede deberse a diversas causas, como una caries profunda, un empaste colocado muy cerca de la pulpa o una grieta estructural o una lesión traumática en el diente. Si la pulpa no se trata, puede causar un dolor intenso y desembocar en un absceso.
Los signos de daño pulpar incluyen dolor punzante, sensibilidad prolongada al frío o al calor, dolor al masticar con el diente afectado, decoloración del diente e hinchazón y sensibilidad en las encías cercanas. En ocasiones, un diente puede requerir un tratamiento de conductos incluso sin ningún síntoma.
Procedimiento de tratamiento de conductos
El tratamiento de conductos a menudo puede realizarse en una o dos visitas, dependiendo de la complejidad del sistema de conductos y de la gravedad de la infección. Implica los siguientes pasos:
1) Nuestros médicos realizan varias pruebas para determinar la salud de la pulpa dentro de su diente. Se tomará una radiografía. A continuación, se realiza una anestesia local profunda. Una vez adormecido el diente, colocamos una pequeña lámina protectora llamada «dique dental» sobre la zona para aislar el diente y mantenerlo limpio y libre de saliva durante el procedimiento.
2) El dentista realiza una apertura en el diente para acceder a la cámara pulpar y localizar el sistema de conductos radiculares. Los dientes anteriores y los bicúspides inferiores suelen tener un conducto, los bicúspides superiores suelen tener dos conductos y los molares tienen de 3 a 5 conductos. Se utilizan instrumentos muy pequeños, llamados «limas», para limpiar y dar forma al sistema de conductos para recibir la obturación del conducto.
3) Después de limpiar y dar forma al espacio, el dentista rellena los conductos radiculares con un material biocompatible, normalmente un material parecido a la goma llamado «gutapercha». La gutapercha se coloca con un cemento adhesivo para garantizar el sellado completo de los conductos radiculares.
4) Una vez finalizado el tratamiento del conducto radicular, es probable que tenga que colocar una corona u otra restauración en el diente para protegerlo y devolverle su plena funcionalidad. Es posible realizar una endodoncia completa y una corona en una sola cita utilizando nuestra tecnología CEREC si el caso es apropiado. Si no se protege un diente tratado con endodoncia con una corona, aumentará el riesgo de fractura del diente y, en última instancia, de pérdida del mismo.
5) Si el diente carece de la estructura suficiente para mantener la reconstrucción del núcleo en su lugar, podemos colocar un poste dentro del diente. Pídanos más detalles sobre la restauración específica prevista para su diente.