Un consejo para mariquitas para travestirse en público

Vestirse en público

Ahora que el movimiento LGBT ha cobrado un impulso significativo y ha eliminado gran parte del estigma social que rodea a los TG y a los travestidos -es la maldita hora-, tú, como mariquita, eres más libre que nunca para expresar tu feminidad más abiertamente.

Cómo de «abiertamente» es algo que debes decidir.

Puede que seas perfectamente feliz explorando tus esfuerzos para vestirte dentro de los confines de tu hogar seguro y feliz.

O, debido a tu situación familiar, puede que no sea una opción para ti mostrar públicamente tu feminidad ahora mismo.

Pero, si la situación lo permite, tal vez estés más que preparada para exhibir en público ese vestido tan bonito y ultrafemenino (y tú con él puesto) en algún momento… o tal vez incluso antes…

O tal vez, como yo, ya lo has hecho.

Sea cual sea la etapa en la que te encuentres al anticipar o hacer tu primera aparición en público, es posible que te encuentres con el mismo obstáculo con el que luchamos todos los maricas.

Para poder hacer alarde de nuestra feminidad en el mundo real tenemos que enfrentarnos a nuestro miedo a hacerlo. Parece que tenemos un miedo atroz a…

¡Lo que los demás puedan pensar de nosotras!

Especialmente si no nos consideramos del todo pasables.

Mi miedo a que me «fichen» y, lo que es peor, a que se rían de mí, me mantuvo encerrada en mi armario (también conocido como prisión) durante demasiado tiempo.

Pero al poner en práctica un truco genial que utilizan los entrenadores de caballos de carreras, descubrí una manera de pavonearme con confianza -con mis tacones de 5 pulgadas- en público sin apenas preocuparme de lo que los demás pudieran pensar, decir o hacer.

A riesgo de poner el carro delante de los ratones de Cenicienta, permítanme volver sobre mis pasos por un momento.

El bombón distante

el bombón distante

Al salir de compras, ¿te has dado cuenta de cómo las mujeres atractivas, la mayoría de las veces, se empeñan en no sonreír ni mirar a los hombres (sí, a ti) mientras caminan por la tienda?

Oxy Shop Chastity

Aunque parezca que se comportan como zorras engreídas y mocosas, no suele ser así.

La verdad es que a las mujeres guapas se les acercan constantemente los hombres.

Como eres un mariquita empedernido, probablemente eso no se aplique a ti. Es más que probable que tu pequeña polla tenga miedo de los coños, lo que te impediría acercarte a una mujer atractiva.

Perdón cariño… me he desviado del tema.

De todas formas, esta situación puede ser problemática para las chicas ya que no quieren perder un montón de tiempo hablando con hombres que no les interesan lo más mínimo.

Así que, para poder moverse por el día con cierta libertad, han adoptado esta táctica defensiva de mirar al frente mientras llevan una mirada distante en la cara.

Sirve para mantener el acoso constante de los chicos cachondos a un mínimo.

Toman el aspecto de un caballo de carreras con anteojeras.

Llevar anteojeras de caballo de carreras

anteojeras de caballo de carreras

Y eso es lo que puedes hacer mientras te pavoneas en la arena pública, aunque para lograr un objetivo diferente al del susodicho cachondo.

Después de arreglarte, pero antes de salir por la puerta principal, haz como si tuvieras puestas unas anteojeras que te obliguen a enfocar tu mirada directamente delante de ti, ¡y en ningún otro sitio!

La idea es situarte en un estado mental surrealista en el que tú eres la única persona que aparentemente existe. No prestas la más mínima atención a ninguna otra persona, y mucho menos le dices nada.

Tu objetivo es parecer, actuar y sentirte exactamente como una zorrita caliente y mocosa. Por supuesto, querrás tener el mejor aspecto posible mientras adoptas este personaje.

Lo que descubrirás es que si ignoras por completo a todos los que se encuentran en tu vecindad inmediata, ellos, a todos los efectos, no están realmente allí.

TooTimid

Si no hay nadie, no hay opiniones de nadie a las que temer.

Es casi como si estuvieras dando un paseo por el centro comercial lleno de maniquíes.

Ahora ambos sabemos que no eres realmente una superperra distante del infierno. Pero quizás sí lo seas 🙂

En cualquier caso, la idea con esta técnica de la cegadora de caballos de carreras es permitirte superar tu miedo a salir en público mientras estás arreglada.

¡Lo he probado recientemente y funciona de maravilla!

Después de hacer esto unas cuantas veces te darás cuenta de la verdad…

Que la gente está tan absolutamente absorbida por los pensamientos, sentimientos y el drama de sus propias vidas que muy pocos te darán una segunda mirada, y mucho menos una primera.

Y para el microscópico pequeño porcentaje de personas que sí se fijan en ti, no te darás cuenta de que se fijan en ti, porque tienes las anteojeras puestas.

Repite después de mí…

Si no eres consciente de su existencia, no están realmente ahí.

La verdad sobre llevar tu travestismo en público

Crossdresser social

Detesto decirte esto, cariño, pero…

¡A los amigos y a la familia, aparte, a la gente le da igual lo que hagas con tu vida!

Sí, eso suena grosero, poco amable… incluso despiadado, pero es la pura verdad.

Yo iría un paso más allá y diría que sería positivamente pretencioso (incluso arrogante) por tu parte pensar lo contrario.

Aunque lo mencioné antes, vale la pena repetirlo…

La gente está tan ensimismada con los asuntos cotidianos de sus propias vidas que les importa un bledo si te vistes bien, ya sea en la intimidad de tu propia casa o en la vía pública.

¿Qué te hace tan malditamente importante como para que la sociedad se detenga por completo y se fije en lo que llevas puesto? Bueno, si resulta ser un minivestido súper sexy que te llega hasta el culo, probablemente lo harán.

Cuando te sientas especialmente temeroso ante la idea de presentarte en un entorno social, haz caso a este dicho -dicho en una ocasión por un tipo llamado Rumi-:

«¿Por qué te quedas en la cárcel cuando la puerta está tan abierta?»

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