Introducción
Datos de la Encuesta Nacional de Estado Nutricional en Colombia de 20101 y de la Organización Mundial de la Salud2 de 2004 muestran una alta prevalencia de obesidad e inactividad física entre los escolares. Ambas condiciones son factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas propias de la edad adulta pero que se presentan cada vez más temprano en los adolescentes y adultos jóvenes.3 La presencia de estos factores de riesgo aumenta significativamente la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, osteoartritis, depresión e incluso algunas neoplasias malignas como el cáncer de colon, recto, próstata, ovario, mama y endometrio.3,4
La aptitud física -especialmente el componente cardiorrespiratorio- se considera un importante indicador de salud tanto en los niños como en los adolescentes.5 Los estudios realizados por Janz et al.6 y Castillo-Garzón et al.7 muestran que una baja aptitud cardiorrespiratoria (CRF) en la infancia se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y metabólica en la vida adulta. Además, una menor aptitud cardiorrespiratoria en la infancia se considera un factor independiente del bienestar físico y mental en la vida adulta.8 Por lo tanto, la inclusión de este indicador de salud en los sistemas de vigilancia epidemiológica en el ámbito educativo está claramente justificada.9
Para medir la FCR, varios autores10-13 han propuesto baterías de evaluación que presentan, entre otras, las siguientes ventajas: la evaluación concurrente de varios sujetos, los cortos tiempos de administración, la seguridad, la fácil aplicación y el bajo coste. Entre las herramientas más utilizadas se encuentran EUROFIT,10 FITNESSGRAM,11 AAHPERD,12 y la recientemente publicada ALPHA-FITNESS.13 Esta última fue desarrollada con una sólida base científica y ha demostrado correlacionarse con la salud actual y futura de niños y adolescentes.14
La escuela es un escenario ideal para intervenir con la actividad física de la población, sobre todo para aquellos que no tienen acceso o tienen un acceso limitado a zonas de juego.15 Aunque la mayoría de las escuelas incluyen la educación física en sus planes de estudio, los niños y adolescentes suelen ser relativamente inactivos en ellas.16 Además, no hay acuerdo respecto a las estrategias más eficaces para promover un comportamiento que conduzca al mantenimiento o la mejora a largo plazo de un FRC saludable.9,15,16
Con el fin de permitir la identificación temprana de escolares con bajos niveles de FRC y la implementación de intervenciones de promoción de conductas saludables para prevenir el riesgo cardiometabólico futuro, se realizó un estudio para explorar la asociación entre la FRC y el estado de salud en niños y adolescentes de Bogotá, Colombia.
MétodosTipo de estudio y población
Este estudio es un análisis secundario del proyecto Asociación de la fuerza de prensión con signos tempranos de riesgo cardiovascular en niños y adolescentes colombianos (FUPRECOL). Se realizó un estudio transversal con 4.000 escolares y adolescentes de 9 a 17 años que viven en el área metropolitana del Distrito de Bogotá, Colombia (2480 m sobre el nivel del mar). Como referencia de la población se utilizaron las 546.000 matrículas del año 2013, proporcionadas por el departamento educativo del distrito. Para este cálculo se utilizó la siguiente ecuación: N (αc×0,5)/1+(e2×), donde N=546.000; e precisión=1%; nivel de confianza (1-α)=99%; α=0,05. Tras realizar un estudio descriptivo5,11,13,14 de los componentes físicos, la variable que mostró una varianza significativa fue el FRC por VO2máx. Por lo tanto, se calculó el tamaño de la muestra para estimar una diferencia entre la proporción estimada y la real del 5% para un tamaño de muestra de 3131, que se ajustó a 4000 sujetos debido a las posibles pérdidas en el proceso de inscripción. Se utilizó un muestreo de conveniencia por orden de llegada al punto de recogida de datos. Para disminuir el riesgo asociado a una muestra no probabilística, se asignó un peso muestral a posteriori a cada participante, calculado a partir de la estratificación por grupos de edad (±2 años). Para ello, se consideró «N» como el tamaño de la población y «n» como el tamaño de la muestra, con probabilidades de inscripción de πi=n/N y pesos de muestreo de ωi=n/N. Se decidió seleccionar intencionalmente para este estudio una submuestra de 930 participantes (49% niñas) en tres centros educativos públicos ubicados en zonas urbanas de Bogotá para evaluar la factibilidad y pertinencia de la batería de aptitud física del proyecto FUPRECOL. Se excluyeron los escolares con diagnóstico clínico de discapacidad física, sensorial e intelectual, enfermedades no transmisibles como diabetes tipo 1 o 2, enfermedades cardiovasculares, enfermedades autoinmunes, cáncer, embarazo, abuso de alcohol o drogas y, en general, enfermedades no relacionadas directamente con la nutrición. La exclusión efectiva se hizo a posteriori (1%, n=9 niños) y no se dio a conocer a dichos participantes, para respetar su dignidad.
Procedimientos
Antes de realizar cualquier medición del estudio, los investigadores y los profesores de educación física realizaron 10 sesiones teóricas y prácticas para estandarizar el proceso de evaluación. Se realizaron dos mediciones de cada variable, excepto el test de Course-Navette, que se realizó una sola vez, tal y como recomiendan los autores de la batería ALPHA-FITNESS.13 Tras obtener el consentimiento informado por escrito de los padres y tutores de los niños y el asentimiento de los participantes en presencia de dos testigos, se administraron dos componentes del ALPHA-FITNESS.13
Componente morfológico
Se midieron el peso, la altura y las circunferencias siguiendo los procedimientos establecidos.13 Se pesó a los participantes sin zapatos utilizando una báscula electrónica portátil Tanita® modelo TBF-410GS™ (Arlington Heights, IL, EE.UU.) con una resolución de 0,100kg. La altura se midió con un estadiómetro portátil SECA 206® (Seca gmbh, Hamburgo) con un rango de 0-220cm y una precisión de 1mm. Se utilizó el índice de masa corporal (IMC) para relacionar el peso con la altura. Para ello se utilizó la fórmula propuesta por Quetelet (IMC=peso/talla 2). Los puntos de corte utilizados para la clasificación en las categorías (bajo, normal, sobrepeso y obesidad) adoptados se basaron en la propuesta de Cole et al.17 para niños de ambos sexos.
Componente cardiorrespiratorio
Para evaluar la FRC se utilizó una prueba de campo indirecta y submáxima de 20 m de carrera en lanzadera realizada hasta el agotamiento. El ritmo de carrera se marcaba con un pitido. La velocidad inicial era de 8,5km/h, con incrementos posteriores de 0,5km/h a intervalos de 1min, denominados etapas. Los sujetos tenían que correr entre las líneas de 20 metros manteniendo el tiempo hasta que se escuchaban los pitidos. La prueba terminaba cuando el sujeto se detenía por fatiga o cuando no podía llegar a la línea a tiempo con el pitido. La capacidad aeróbica se midió a través del consumo máximo de oxígeno mediante el VO2máx, estimado a partir de la ecuación de Léger18: VO2máx (mL/kg/min-1)=31,025+3,238×S-3,248×A+0,1536×S×A, donde S es la velocidad (en km/h) de la última etapa completa y A es la edad (en años) del participante.
Estado de salud
Se utilizaron los criterios de riesgo cardiometabólico para niños y adolescentes reportados por la American Heart Association.19,20 Para ello, se midieron la cintura (WC) y la circunferencia de la cadera utilizando una cinta antropométrica no extensible (Holtain Ltd., Crymych Dyfed, Reino Unido) con los puntos de referencia anatómicos descritos en la batería ALPHA-FITNESS.13 La presión arterial sistólica y diastólica se midió tras un descanso de 5 minutos utilizando un oscilómetro digital OMRON™ M10-IT (OMRON Healthcare Co. Ltd., Japón). Se midieron los pliegues cutáneos tricipital y subescapular (en mm) y su suma (pliegues Σ=tricipital+subescapular), siguiendo las líneas de corte, utilizando un Harpenden Skinfold Caliper® (John Bull, British Indicators Ltd., Reino Unido) que ejerce una presión constante de 10g/mm2. La composición corporal se estimó con un analizador de composición corporal BC-420 MA (Tanita Corp., Tokio, Japón) de 4 electrodos en condiciones de temperatura y humedad controladas, después de orinar y de un período de descanso de al menos 15 minutos, con el participante vestido con ropa ligera, sin zapatos y con los brazos alejados del pecho. Este dispositivo utiliza la absorciometría de rayos X de doble energía como método de referencia y calcula la composición corporal en porcentaje de grasa, masa grasa, masa magra y masa muscular a partir de estimaciones derivadas del análisis de regresión con las variables de altura, peso y sexo. También se estimó el índice de adiposidad corporal (IAC) mediante la ecuación propuesta por Bergman et al.21: IAC=(/1,5-18). Al no disponer de puntos de corte para niveles elevados de adiposidad, distribución de la grasa y composición corporal (porcentaje de grasa, BAI, WC, pliegue tricipital, pliegue subescapular) y presión arterial (sistólica y diastólica) para los escolares colombianos, se utilizaron los criterios del Panel de Expertos del Programa Nacional de Educación en Salud Cardiovascular de la Asociación Americana del Corazón19,20 y se tomaron como referencia los valores del percentil 95 de la población actual o superiores.
La maduración sexual se evaluó utilizando los diferentes estadios de maduración descritos por Tanner22 mediante autoinformes de estadificación de la maduración sexual utilizando dibujos estándar diferenciando las características del desarrollo genital y el vello púbico en los varones y el desarrollo mamario y el vello púbico en las mujeres. En la población latina, el informe de Maheca Matsudo y Rodrigues Matsudo23 muestra coeficientes de concordancia superiores a 0,60 (kappa de Cohen) entre la medición directa por los pediatras y el autoinforme para las mamas y el vello púbico en las niñas (69,7-71.3%) y para los genitales combinados con el vello púbico en los niños (60%).
Cuestiones éticas
El estudio se realizó cumpliendo las normas éticas reconocidas por la Declaración de Helsinki y la Decisión 008439 de 1993 del Ministerio de Salud de Colombia que regula la investigación clínica en humanos. Antes de iniciar el estudio se dio una explicación detallada del mismo y se solicitó el consentimiento previo por escrito de cada niño o adolescente y de su padre/madre o tutor. Los directores de las escuelas que participaron en el estudio también dieron su consentimiento. El proyecto FUPRECOL se sometió a la evaluación de los Comités de Investigación en Seres Humanos de las universidades participantes (UMB nº 02-1902-2014 y UR nº CEI-ABN026-000262) y fue aprobado por ellos.
Análisis estadístico
El procesamiento y análisis de la información se realizó con el programa Statistical Package for Social Science®, versión 22 (SPSS; Chicago, IL, USA). Se utilizó una prueba de Kolmogorov-Smirnov para verificar la distribución normal de los datos. Los valores continuos se expresaron como media±desviación estándar y las proporciones se dieron como porcentajes. Se utilizaron pruebas de homogeneidad de la varianza, con una prueba de ANOVA de una vía para las diferencias entre variables continuas y una prueba de Chi-cuadrado para las diferencias entre proporciones. Se utilizó un coeficiente de correlación de Pearson para examinar la relación entre las variables del estado de salud y los niveles de FRC. Por último, se calcularon las odds ratios y los intervalos de confianza del 95% (IC 95%) ajustados a la edad, el sexo y la maduración sexual mediante los métodos de selección progresiva y paso a paso. El procedimiento de inclusión de variables finalizó cuando la significación p proporcionada por una variable al entrar en la regresión superó el 0,05 entre los niveles sanos o de riesgo, según el valor del FRC. Los participantes fueron categorizados como con un nivel de capacidad aeróbica saludable si el VO2máx era ≥42mL/kg/min-1 para los hombres y ≥35-40mL/kg/min-1 para las mujeres, dependiendo de la edad. Los participantes con valores inferiores a los anteriores fueron categorizados como con un nivel de capacidad aeróbica no saludable o con riesgo cardiovascular futuro, según lo establecido en la batería FITNESSGRAM 2011.11,24 Un valor de p
0,05 se consideró estadísticamente significativo.ResultadosCaracterísticas de la población
La tabla 1 resume las características generales de los participantes. Los varones tenían mayores valores de estatura, masa magra, masa muscular y FCR en comparación con las mujeres (p
0,001). Se encontró un FRC no saludable en una proporción significativamente mayor de chicas (70%) en comparación con los chicos (40%) (p0,001). En cuanto a la composición corporal, las chicas presentaban mayores niveles de componentes y distribución del tejido graso (porcentaje de grasa corporal, masa magra, pliegues cutáneos, pliegues Σ, BAI y perímetro de la cadera); p0,001. No se encontraron diferencias por sexo en cuanto a la edad, el peso corporal, la maduración sexual, los valores de presión arterial y el WC.
Características del estado de salud de los niños y adolescentes de Bogotá, Colombia.
Característicasa | Niños (n=461) | Niñas (n=460) | Total (n=921) | p |
---|---|---|---|---|
Edad (años) | 13.0±2,6 | 13,0±2,6 | 13,0±2,6 | 0,970 |
Altura (m) | 1,51±0,1 | 1,47±0,1 | 1,49±0,1 | 0.001 |
Peso (kg) | 45,1±12,9 | 44,9±11,6 | 45,0±12,3 | 0,798 |
Índice de masa corporal (kg/m2) | 19,2±3.0 | 20,1±3,3 | 19,7±3,2 | 0,001 |
Estado nutricional basado en el IMC, n (%)b | ||||
Bajo peso | 174 (37.8) | 123 (26,7) | 297 (32,3) | 0,001 |
Peso normal | 265 (57,6) | 300 (65.2) | 565 (61,4) | 0,001 |
Sobrepeso | 19 (4,1) | 35 (7,6) | 54 (5.9) | 0,001 |
Obesidad | 3 (0,5) | 2 (0,4) | 5 (0,4) | 0.001 |
Estado de maduración sexual de Tanner, n (%)b | ||||
1 | 141 (30,6) | 164 (35,7) | 305 (33,2) | 0.309 |
2 | 159 (34.6) | 158 (34.3) | 317 (34.5) | 0.458 |
3 | 161 (34.8) | 138 (30,0) | 299 (33,4) | 0,674 |
Presión arterial sistólica (mmHg) | 106,3±14,9 | 106,5±13.2 | 106,4±14,1 | 0,815 |
Presión arterial diastólica (mmHg) | 65,8±10,5 | 65,8±10,0 | 65,8±10,2 | 0.929 |
Grasa corporal (%) | 16,0±7,1 | 24,3±5,9 | 20,1±7,7 | 0,001 |
Masa grasa (kg) | 7.2±4,3 | 11,5±5,4 | 9,3±5,3 | 0,001 |
Masa magra (kg) | 37,8±11,0 | 33,5±6.9 | 35,6±9,4 | 0,001 |
Masa muscular (kg) | 35,8±10,5 | 31,6±6,6 | 33,7±9,0 | 0.001 |
Pliegue tricipital (mm) | 10,5±4,1 | 16,9±5,1 | 13.7±5,6 | 0,001 |
Pliegue subescapular (mm) | 9,0±4,5 | 13,7±4.8 | 11,3±5,2 | 0,001 |
Pliegues Σ (mm) | 19,6±8,1 | 30.6±9,1 | 25,1±10,2 | 0,001 |
Índice de adiposidad corporal (%) | 25,2±4.2 | 28,9±16,9 | 27,0±12,4 | 0,001 |
Perímetro de cintura (cm) | 65,3±7,8 | 65,7±7,6 | 65,5±7,7 | 0.457 |
Contorno de cadera (cm) | 80,2±9,3 | 83,1±9,7 | 81,7±9,6 | 0.001 |
CRF (mL/kg/min-1) | 44,1±5,8 | 37,1±4,5 | 40,6±6,3 | 0.001 |
Nivel de FRC por FITNESSGRAM 2011, n (%)b | ||||
No saludable | 185 (40) | 321 (70) | 506 (55) | 0.001 |
Saludable | 276 (60) | 139 (30) | 415 (45) | 0,001 |
Los datos se expresan como media±desviación estándar, excepto cuando se indica.
Diferencias con una prueba ANOVA de una vía.
Diferencias con una prueba Chi-cuadrado.
Correlación entre los niveles de aptitud física aeróbica y el estado de salud
Como análisis complementario, y para verificar que los valores más altos de FCR están relacionados con valores más saludables en las variables de estado de salud evaluadas, se realizó un análisis de correlación de Pearson. Tras ajustar por sexo, edad y maduración sexual (modelo 2), se observó que los mejores niveles de CRF se relacionaban de forma inversa y significativa con medidas relacionadas con el riesgo de obesidad, incluyendo el IMC (r=-0.107), el porcentaje de grasa corporal (r=-0,197), la masa magra (r=-0,159), el pliegue tricipital (r=-0,251), el pliegue subescapular (r=-0,212), los pliegues Σ (r=-0,246), el BAI (r=-0,133) y el WC (r=-0,169). En este mismo modelo de análisis, la masa magra y la masa muscular tuvieron una relación lineal y significativa con los niveles de CRF: r=0,157 y r=0,139 respectivamente (Tabla 2).
Correlación parcial entre los niveles de FCR por VO2máx (mL/kg/min-1) y las características del estado de salud en niños y adolescentes de Bogotá, Colombia.
Características | Modelo 1 | Modelo 2a |
---|---|---|
Peso (kg) | 0,143** | 0.080 |
Índice de masa corporal (kg/m2) | -0,290** | -0,107* |
Presión arterial sistólica (mmHg) | -0.075 | 0,188 |
Presión arterial diastólica (mmHg) | -0,088 | -0.073 |
Grasa corporal (%) | -0,433** | -0,197** |
Masa grasa (kg) | -0.423** | -0,159** |
Masa magra (kg) | 0,587** | 0,157** |
Masa muscular (kg) | 0.579** | 0,139** |
Plegado tricipital (mm) | -0,415** | -0.251** |
Plegado subescapular (mm) | -0,441** | -0,212** |
Σ pliegues (mm) | -0,455** | -0.246** |
Índice de adiposidad corporal (%) | -0,285** | -0,133** |
Contorno de cintura (cm) | -0.173** | -0.169** |
Circunferencia de la cadera (cm) | -0.169 | -0.029 |
Ajustado por sexo, edad y maduración sexual.
p0,05.
p0,01.
Diferencias en los niveles de capacidad aeróbica y en las variables del estado de salud
La tabla 3 muestra que el total de la población con capacidad aeróbica saludable tenía valores significativamente más bajos en componentes morfológicos y de salud como el IMC, el porcentaje de grasa corporal, los pliegues cutáneos, el IBA y las circunferencias de cintura y cadera. Tras separar por sexo, los chicos situados en la categoría de FCR saludable tenían valores más bajos que las chicas en las variables de porcentaje de grasa corporal (14,4±5,6 vs 23,5±5,1), masa grasa (6.6±3,2 vs 10,2±4,4), pliegue tricipital (9,8±3,3 vs 16,8±4,5), pliegue subescapular (8,3±3,2 vs 12,1±3,9) y pliegues cutáneos Σ (8,3±3,2 vs 12,1±3,9); p
0,001. Por el contrario, los niños con niveles sanos de CRF tenían mayores niveles de masa magra (39,8±10,5 vs 31,7±6,0) y masa muscular (37,5±10,1 vs 29,8±5,8) que las niñas (p0,001).
Diferencias en las variables del estado de salud entre los grupos de niños y adolescentes de Bogotá, Colombia con FRCV no saludable y saludable.
Características | Grupo | CRF | ||
---|---|---|---|---|
Saludable | Saludable | pa | ||
Peso (kg) | Chicos | 46.4±12.3 | 43.4±13,7b | 0,014 |
Chicas | 45,3±11,7 | 41,1±11,4 | 0,019 | |
Total | 44.7±12,4 | 45,6±12,3 | 0,298 | |
Índice de masa corporal (kg/m2) | Chicos | 19,9±4.6 | 19,0±2,6 | 0,010 |
Niñas | 20,3±3,4 | 19,2±2,6 | 0.045 | |
Total | 20,1±3,8 | 19,0±2,6 | ||
Presión arterial sistólica (mmHg) | Chicos | 106.0±14,3 | 106,6±15,4 | 0,689 |
Chicas | 107,0±13,4 | 102,3±10,2 | 0.022 | |
Total | 106,7±13,7 | 105,9±14,8 | 0,435 | |
Presión arterial diastólica (mmHg) | Chicos | 66.1±10,3 | 65,6±10,7 | 0,587 |
Chicas | 65,9±10,1 | 65,3±9,4 | 0.659 | |
Total | 66,0±10,2 | 65,5±10,5 | 0,516 | |
Grasa corporal (%) | Chicos | 18.3±8,4 | 14,4±5,6b | |
Chicas | 24,4±6,0 | 23,5±5,1 | 0.324 | |
Total | 22,5±7,4 | 15,8±6,4 | ||
Masa grasa (kg) | Chicos | 8,2±5.4 | 6,6±3,2b | |
Niñas | 11,9±7,4 | 10,2±4,4 | 0.131 | |
Total | 10,7±7,0 | 7,2±3,6 | ||
Masa magra (kg) | Chicos | 35,3±11,3 | 39.8±10,5 | |
Chicas | 33,7±7,0 | 31,7±6,0 | 0,056 | |
Total | 34.2±8,6 | 38,6±10,3 | ||
Masa muscular (kg) | Chicos | 33,4±10,8 | 37.5±10,1b | |
Chicas | 31,9±6,7 | 29,8±5,8 | 0,039 | |
Total | 32.4±8,2 | 36,4±9,9 | ||
Plegado tricipital (mm) | Chicos | 11,5±5,0 | 9,8±3.3b | |
Chicas | 16,9±5,2 | 16,8±4,5 | 0,901 | |
Total | 15.2±5,7 | 10,9±4,3 | ||
Plegado subescapular (mm) | Chicos | 10,2±5,8 | 8,3±3.2b | |
Chicas | 13,9±4,9 | 12,1±3.9 | 0,015 | |
Total | 12,7±5,5 | 8.9±3,5 | ||
Σ pliegues (mm) | Chicos | 21,7±10,3 | 18,2±5,8b | |
Chicas | 30.8±9,2 | 28,9±8,0 | 0,173 | |
Total | 27,9±10,5 | 19,7±7.3 | ||
Índice de adiposidad corporal (%) | Chicos | 27,0±4,6 | 24,0±3,4 | |
Chicas | 28.3±3,6 | 27,0±3,7 | 0,019 | |
Total | 27,9±4,0 | 24,5±3.6 | ||
Contorno de cintura (cm) | Chicos | 65,9±9.0 | 64,9±6,8 | 0,201 |
Niñas | 65.9±7,6 | 64,3±8,2 | 0,174 | |
Total | 65,9±8,0 | 64,8±7,0 | 0.050 | |
Circunferencia de la cadera (cm) | Chicos | 80,6±8,8 | 79,8±10,2 | 0,338 |
Chicas | 83.6±9,8 | 79,6±8,1 | 0,008 | |
Total | 82,4±10,1 | 80,5±8,7 | 0.005 |
El nivel de aptitud física cardiorrespiratoria (no saludable y saludable) se agrupó según los criterios de referencia del FITNESSGRAM11. Los datos se presentan como media±desviación estándar.
Diferencias por grupo de FRC.
Diferencias por sexo.
Odds ratio de tener valores de aptitud física aeróbica más bajos y cambios en las variables del estado de salud
En la población general, tras ajustar por edad, sexo y etapa de maduración, los escolares con valores de FRCV no saludables según la clasificación FITNESSGRAM de 2011 tenían una probabilidad 6.06 veces más (IC 95%: 3,98-9,24) de probabilidad de mostrar un elevado porcentaje de grasa corporal por bioimpedancia, y 6,65 veces (IC 95%: 3,95-9,53) y 6,13 veces (IC 95%: 2,43-15,47) de aumento de grasa corporal subcutánea en los pliegues tricipital y subescapular respectivamente. También tenían un riesgo 4,04 veces mayor (IC del 95%: 1,83-9,11) de sobrepeso/obesidad por un IMC elevado, un riesgo 4,36 veces mayor (IC del 95%: 2,79-6,81) de BAI elevado, y una obesidad abdominal 2,47 veces mayor (IC del 95%: 1,14-5,37), como demuestra el aumento del PC. Esta observación también se realizó en las niñas, tras ajustar por edad y maduración sexual en las variables mencionadas, mientras que en los niños sólo se produjo en las variables de composición corporal y distribución de la grasa por obesidad central (odds ratio 4,18; IC 95% 1,62-10.80) y pliegue cutáneo subescapular (odds ratio 5,03; IC 95% 1,82-13,89) (Fig. 1).
Capacidad predictiva de la aptitud cardiorrespiratoria con los cambios en las variables del estado de salud en escolares de Bogotá, Colombia, por sexo y global. PC: perímetro de la cintura; IAC: índice de adiposidad corporal; IMC: índice de masa corporal; SF: pliegue subescapular; TF: pliegue tricipital; P95: percentil 95; PAD: presión arterial diastólica; PAS: presión arterial sistólica; % grasa: porcentaje de grasa corporal.
Discusión
En este estudio, el 66% de los escolares tenían niveles bajos de FRCV según los criterios de FITNESSGRAM (2011).11,24 Se observó una proporción mayor (70%) en las niñas. Este valor es muy superior a las proporciones reportadas en Sudamérica por Garber et al.5 (30%) en escolares chilenos y por Secchi et al.25 (49%) en Argentina, y similar a las reportadas por Cohen et at.27 (73%) y Aguilar et al.28 (60%) en Bucaramanga y Cali, Colombia, respectivamente. Este valor es también superior a los reportados por Welk et al.30 (23%) y Pate et al.31 (35%) en Norteamérica, por Voss et al.32 (25%) en Inglaterra, y por Ortega et al.35 (23%) en la Unión Europea (Tabla 4). Con base en estos hallazgos, se puede afirmar que aproximadamente dos tercios de los participantes tenían un nivel de capacidad aeróbica que sugería un riesgo cardiovascular futuro.
Prevalencia de FRCV no saludable entre los escolares de Bogotá, Colombia, y en los estudios citados.
País | Año | Punto de corte | Población, % | |
---|---|---|---|---|
Niños | Niñas | |||
América del Sur | ||||
Estudio actual (Colombia) | 2015 | FITNESSGRAM 2011 | 40 | 70 |
Argentina25 | 2014 | FITNESSGRAM 2011 | 11 | 49 |
Chile5 | 2014 | FITNESSGRAM 2011 | 15 | 30 |
Colombia (Bogotá)26 | 2008 | FITNESSGRAM 2004 | 37 | – |
Colombia (Bucaramanga)27 | 2014 | FITNESSGRAM 2011 | 72 | 73 |
Colombia (Cali)28 | 2011 | FITNESSGRAM 2004 | 52 | 60 |
América del Norte | ||||
Estados Unidos (California)29 | 2013 | FITNESSGRAM 2011 | 28 | 44 |
Estados Unidos (Medio Oeste)30 | 2011 | FITNESSGRAM 2011 | 26 | 23 |
EEUU31 | 1999-2002 | FITNESSGRAM 2004 | 35 | 35 |
Europa | ||||
Inglaterra (Este)32 | 2013 | FITNESSGRAM 2011 | 12 | 25 |
Suecia33 | 2008 | FITNESSGRAM 2004 | 9 | 20 |
España34 | 2005 | FITNESSGRAM 2004 | 19 | 17 |
Unión Europea35 | 2008 | FITNESSGRAM 2004 | 39 | 43 |
Australia36 | 1985-2009 | FITNESSGRAM 2004 | 29 | 23 |
Sin embargo, la alta prevalencia general -particularmente en las niñas- de FRCV no saludables en este estudio es consistente con el creciente cuerpo de evidencia de la transición epidemiológica,37 el ambiente construido,38 y la doble carga de desnutrición39 en la población colombiana. Los cambios en los hábitos nutricionales y en los niveles de actividad física son las características más significativas relacionadas con la acelerada transición económica experimentada por los países en desarrollo en los últimos años. La urbanización está relacionada con el gasto energético en las actividades de la vida diaria debido a la mecanización de dichas actividades en el entorno urbano, pero especialmente por la mecanización de las actividades de ocio, sobre todo en los niños, que han sustituido los juegos tradicionales que requieren mucha actividad física y gasto energético por actividades sedentarias con dispositivos electrónicos o simplemente sentados frente al televisor.40
Además, la prevalencia del sedentarismo ha aumentado. En América, el 43% de la población es sedentaria. La prevalencia de inactividad física oscila entre el 17,0% en Guatemala y el 70,9% en Argentina en las mujeres, y entre el 15,3% y el 65,8% en los hombres de estos mismos países.41 En Colombia, la prevalencia de cumplimiento de las recomendaciones de realizar actividad física moderada durante 150min semanales fue del 53,5% en 2010.1
En 2007, según la Encuesta Global de Salud Escolar42 realizada en cinco ciudades colombianas, sólo el 15% de los adolescentes de 13 a 15 años eran físicamente activos. En todas las ciudades, los niveles de actividad física reportados fueron mayores en los hombres. Este es un hallazgo consistente en las encuestas internacionales y nacionales sobre actividad física en escolares, y también ha sido reportado en adultos en Bogotá.1,41 También coincide con los resultados reportados por Pate et al.31 en escolares de Norteamérica. Estos autores consideraron cuatro niveles determinantes -fisiológico, psicológico, sociocultural y ecológico- que influyen en la actividad física. Por ejemplo, los determinantes fisiológicos de la actividad física entre los niños y adolescentes incluyen la edad, el sexo y el grupo étnico. En concreto, se ha observado que las niñas son menos activas que los niños, que los niños mayores y los adolescentes son menos activos que los niños más pequeños y que las niñas de ascendencia africana son menos activas que las de ascendencia europea.9,15,16 Las posibles diferencias socioculturales y de sexo pueden explicar en parte la alta prevalencia de FRCV no saludable observada en las niñas de este estudio. Sin embargo, se necesitan estudios que incluyan las barreras percibidas para la actividad física, los determinantes ecológicos de la actividad física, como el acceso a los espacios de juego, las instalaciones, la disponibilidad de equipos, la ingesta dietética, el tabaquismo y el nivel socioeconómico, si queremos comprender plenamente la multitud de factores que pueden influir en los modelos de actividad física en los escolares evaluados.
Como se ha señalado anteriormente, se considera que un FRCV bajo es un fuerte predictor de enfermedades cardiovasculares, no sólo en sujetos con sobrepeso y obesidad, sino también en aquellos con un peso saludable.5,9,25 En términos de promoción de la salud y de prevención de enfermedades cardiometabólicas, la FCR baja es potencialmente patológica y representa para el sujeto un verdadero riesgo independiente de enfermedad no transmisible.5 En este sentido, en nuestro estudio se valoró la coexistencia de otros factores de riesgo cardiovascular para mostrar la capacidad predictiva de la FCR.
Los datos de este estudio mostraron que los niños y adolescentes con capacidad aeróbica saludable tenían mejores valores globales en los componentes morfológicos y de salud estudiados (Tablas 3 y 4). También tenían valores más bajos en los marcadores de adiposidad corporal, como el porcentaje de grasa, la masa grasa y los pliegues cutáneos, que son factores relacionados con un mejor perfil lipídico y metabólico.25 En relación con este hallazgo, el estudio de Ortega et al33,34 mostró una correlación inversa entre la FCR y los cambios en el metabolismo lipídico, independientemente de los niveles de actividad física, en el estudio Alimentación y valoración del estado nutricional en adolescentes (estudio AVENA) realizado en cinco centros españoles (Granada, Madrid, Murcia, Santander y Zaragoza), apoyando así la medición de la condición física aeróbica como una potencial medida adicional para predecir el riesgo cardiometabólico en el ámbito escolar. Esta evidencia asigna a los profesores de educación física la responsabilidad de promover la salud de sus alumnos. La escuela es, por tanto, un espacio privilegiado donde se pueden fomentar hábitos de ejercicio saludables y preservar la salud cardiovascular.25
Este estudio tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, el tamaño de la muestra, las características de la población, el diseño del estudio y el tipo de muestreo pueden considerarse fuentes potenciales de sesgo. Por otra parte, no se incluyeron otras variables que pueden estar asociadas a un perfil de riesgo cardiometabólico, como la etnia, los aspectos socioeconómicos, nutricionales y sociales, y los niveles de actividad física. El autoinforme del estadio de Tanner, a pesar de su buena correlación con la medición directa, puede considerarse otra limitación del estudio.22,23 A pesar de estas limitaciones, no hay razones para pensar que las relaciones descritas sólo se den en la población de la que procede nuestra muestra, ya que se ha visto que los resultados coinciden con los datos comunicados en otros estudios nacionales e internacionales.3,5,6,8,13,14,25,27 Por lo tanto, creemos que estas limitaciones no comprometen los resultados obtenidos en nuestro estudio.
Una fortaleza del estudio fue la capacidad predictiva del punto de corte propuesto por el grupo FITNESSGRAM del Instituto Cooper11 utilizado en el estudio, partiendo de umbrales de riesgo cardiovascular bien establecidos para escolares, estimando la tasa de deterioro en el VO2máx desde la infancia y la adolescencia, así como la coexistencia con otras variables relacionadas con la obesidad infantil que podrían representar un riesgo cardiovascular en edades posteriores. Cabe destacar también que se trata de uno de los primeros estudios realizados hasta la fecha en población latina en el que se describe explícitamente el marco conceptual en el que se puede aplicar la batería ALPHA-FITNESS13 (los componentes motor y morfológico), junto con las mediciones de los componentes de adiposidad y grasa corporal.
Como estrategia de vigilancia epidemiológica de la condición física en la escuela, este estudio mostró una alta prevalencia de niveles bajos de FRCV en los escolares según los criterios de FITNESSGRAM.11 A pesar de su importancia, este marcador de riesgo metabólico y cardiovascular aún no hace parte del protocolo de evaluación de escolares y adolescentes en las diferentes regiones de Colombia.
En conclusión, los autores recomiendan que la evaluación del FRC se sume a la medición estándar de otros factores de riesgo tradicionales en la prevención y tratamiento de los factores de riesgo asociados a la enfermedad cardiometabólica en las instituciones educativas del distrito de Bogotá. Es importante que los programas nacionales y las futuras intervenciones para promover mayores niveles de actividad física en Colombia tengan en cuenta el papel de la desigualdad de género, así como sus factores asociados, en la contribución a las diferencias de salud entre los sexos. Se necesitan estudios observacionales con tamaños de muestra más grandes, y especialmente estudios longitudinales y prospectivos, para confirmar los resultados de este estudio.
Financiación
Este estudio hace parte del proyecto FUPRECOL (Asociación de la Fuerza de Agarre con Manifestaciones Tempranas de Riesgo Cardiovascular en Niños y Adolescentes Colombianos) financiado por el Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación Colciencias, Contrato No. 122265743978.
Conflictos de interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.