APOPKA, Fla. – La muerte de George Floyd en Minnesota ha provocado conversaciones sobre la raza, el racismo y la injusticia social, pero cuando se trata de familias birraciales, una familia de Apopka dice que la identificación con el negro o el blanco no debe ser objeto de discusión.
«No pedimos a los niños griegos que cuestionen el hecho de que su abuela es italiana, la madre es italiana», dijo Matthew Houvrous. «No pedimos a los españoles que justifiquen el hecho de que su madre es portuguesa, así que no hay ninguna razón para que tengan que elegir un bando, no hay un bando real».
Houvouras se casó con su mujer, Erika, hace 25 años.
«Para mí, no era un tabú porque soy el producto de un matrimonio interracial», dijo Erika Houvouras.
La nativa de Apopka nació de una madre alemana y un soldado afroamericano. Se casaron en 1956 durante una época en la que los matrimonios birraciales eran ilegales en algunos estados.
Aunque esas leyes han sido abolidas y las parejas interraciales ya no se consideran poco comunes, cuando Erika y Matt Houvrous eran novios en la década de 1990, recordaron haber experimentado algunos momentos de preocupación.
«Especialmente en el caso de Matt, creo que algunos miembros de su familia sintieron la necesidad de advertirle de las dificultades que podría atravesar al formar parte de una relación interracial y al criar hijos interraciales», dijo Erika Houvrous.
La pareja dice que su relación no ha sido diferente a la de otros que quieren lo mejor para su familia. Tienen una hija de 24 años y un hijo de 18.
«Esas cuestiones no cambian. ¿Cómo criar a los hijos? ¿Qué hacen en la escuela? ¿Qué planes tienen para su futuro? ¿Cómo ayudarles a tener éxito? Esas cosas no cambian porque sean birraciales», dijo Matthew Houvrous.
Pero cuando sus hijos eran pequeños, las diferencias en sus tonos de piel se convirtieron en un tema.
«Cuando mi hijo era muy pequeño, le preguntaba ¿de qué color es tu madre? Y él decía: ‘es morena’. Y yo le decía: «¿De qué color es tu padre?» Y él respondía: «es rosa». Y hasta que no se hacen mayores y se les obliga a tener esa idea de lo que significa la raza, no se les ocurre de pequeños», dijo Matthew Houvrous.
Erika Houvrous recordó el día en que su hija vivió una situación muy similar a la que ella tuvo de pequeña.
«Recuerdo que mi hija llegaba a casa del colegio y si Matt la había recogido en la escuela primaria, ella decía: ‘La gente, siempre me pregunta, ¿es tu padre?’. Ella decía: «Sí, es mi padre. ¿Por qué me preguntas eso?», dijo la madre de dos hijos.
¿Cómo manejaron esas conversaciones? A través del arte. Matt Houvrous es un artista. Pintar y dibujar era una actividad típica en casa para la familia.
«Hablábamos de eso, y tú decías: ‘Vale, encuentra un color que sepas que eres tú mismo’ y eso nos ayudaba a abrir la discusión de que es sólo un lápiz diferente, es sólo un crayón diferente. No es una persona diferente en sí misma», dijo Erika Houvrous. «Creo que si se trata de una conversación que siempre tienes desde que son pequeños, nunca es una gran charla. Así se sienten cómodos acudiendo a ti si los niños de la escuela les cuestionan, si se hacen comentarios, pero esa conversación tiene que empezar desde el principio».