Vaya más allá del cepillado

Nada estropea tanto una comida como un afta que no sabías que tenías. Muerdes un sándwich de pollo cajún o comes unas patatas fritas con salsa y, de repente, el dolor grita desde una pequeña úlcera en el interior de tu boca.

Estas úlceras bucales, también llamadas aftas, pueden aparecer en la parte interna de los labios, en el revestimiento interno de las mejillas, en la lengua, bajo la lengua e incluso en la garganta. Pueden ser blancas, amarillas o grises, rodeadas de un borde rojo. Y pueden ser muy dolorosas cada vez que se beben zumos de cítricos, se comen cítricos o se comen alimentos picantes.

Aunque las aftas suelen durar de una a dos semanas, la buena noticia es que puede tomar medidas por su cuenta para disminuir el dolor y ayudar a que las úlceras desaparezcan más rápidamente. He aquí cinco formas de tratar las aftas:

1 – Evitar los alimentos y bebidas picantes, cítricos y ácidos.

Estos pueden irritar las úlceras, hacerlas más dolorosas y retrasar su curación. Coma más alimentos suaves y enjuáguese la boca con agua después de cada tentempié y comida para que las partículas de alimentos no irriten la úlcera.

2 – Utilice un enjuague con sal o bicarbonato de sodio.

Mezcle su propio enjuague con agua tibia añadiendo media cucharadita de sal y disolviéndola o añadiendo una cucharadita de bicarbonato de sodio a media taza de agua. Pase suavemente el enjuague por la boca, escupa y repita hasta que el vaso esté vacío. Puede hacer esto varias veces al día, según sea necesario.

3. Deje que los trozos de hielo se disuelvan en su boca.

No mastique los cubitos de hielo ni se meta un cubito entero en la boca de una vez. Utilice trozos de hielo y deje que uno se disuelva lentamente para adormecer el dolor y reducir la inflamación en su boca. Esto es útil para cuando se irrita accidentalmente la úlcera, como por ejemplo al beber o comer algo ácido.

Si tiende a tener úlceras en la boca con frecuencia, es posible que quiera hablar con su médico. Las aftas repetidas pueden estar causadas por una deficiencia vitamínica, una alergia o ciertos medicamentos.

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