Velas

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A menudo asociamos la quema de velas con la relajación. Al final del día, pueden ayudarnos a desconectar y, cuando vienen invitados, ofrecen un aroma acogedor que aporta calidez a nuestros hogares. Sin embargo, no hay nada de relajante en la contaminación del aire interior asociada a las velas, y nada de hogareño en poner a nuestros seres queridos en contacto con las sustancias tóxicas que pueden encontrarse en estos favoritos del hogar. Pero no se preocupe, su casa puede oler muy bien sin comprometer su salud.

Los problemas de salud

Contaminación del aire interior en un espacio cerrado: Cuando quemamos velas que contienen componentes tóxicos, creamos un espacio confinado en el que se pueden acumular contaminantes. Sin que el aire exterior diluya las partículas emitidas, estas toxinas pueden acumularse en nuestros hogares. La contaminación del aire interior procedente de las velas puede incluir sustancias como las partículas, que pueden entrar en los pulmones cuando tienen un tamaño lo suficientemente pequeño.

Otro aspecto crítico de las velas es cómo el aroma o la fragancia contribuyen a la calidad del aire interior. Las fragancias emiten cantidades sustanciales de compuestos orgánicos volátiles (COV), incluidos los clasificados como tóxicos o peligrosos por la ley federal. Las sustancias tóxicas que emiten estas fragancias no sólo son perjudiciales por sí mismas, sino que, en los espacios reducidos de nuestros hogares, pueden reaccionar con el ozono del aire y formar contaminantes secundarios nocivos como el formaldehído.

Fragancia: En el caso de las velas perfumadas, la lista de ingredientes suele ofrecer poca o ninguna explicación de lo que contiene el aroma o de dónde procede. En su lugar, el aroma aparece como «fragancia» o «parfum», lo que no proporciona ninguna información al comprador consciente. Aunque aparezca como una sola entidad en las etiquetas de los productos, la «fragancia» puede estar compuesta por muchas sustancias naturales diferentes no reveladas o por sustancias químicas sintéticas. Algunas de las sustancias químicas que se esconden tras estos términos imprecisos se han relacionado con daños en el desarrollo y la reproducción, alteraciones endocrinas y alergias.

Ftalatos: Entre los muchos ingredientes que componen las fragancias, los ftalatos son especialmente perjudiciales. Los ftalatos se han relacionado con alteraciones endocrinas, incluida la disminución del recuento de esperma en los hombres. Los ftalatos también pueden dañar el sistema reproductivo femenino y se sabe que causan una variedad de defectos de nacimiento y alteraciones reproductivas.

Componentes cancerígenos: Las velas convencionales pueden liberar sustancias químicas tóxicas como el formaldehído, que es un carcinógeno conocido, el acetaldehído, que es un probable carcinógeno humano, y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), algunos de los cuales son carcinógenos humanos conocidos o sospechosos.

Parafinas: La parafina constituye la parte de cera de las velas y se deriva del petróleo. Como la mayoría de los productos derivados del petróleo, la parafina no es de combustión limpia ni biodegradable en nuestro medio ambiente.

Se sospecha que las velas fabricadas con parafina liberan sustancias químicas tóxicas como el tolueno y el benceno. El benceno es un conocido carcinógeno y el tolueno está relacionado con la toxicidad para el desarrollo y la reproducción. Las sustancias químicas liberadas por la parafina durante un periodo de tiempo prolongado podrían contribuir al desarrollo de cáncer, alergias y asma.

Mechas de plomo: Aunque es una preocupación común entre los consumidores, puede respirar profundamente sabiendo que las mechas con núcleo de plomo han sido prohibidas de ser fabricadas, vendidas o importadas en los Estados Unidos desde 2003. Sin embargo, no todos los países tienen esta prohibición, así que tenga cuidado con los productos comprados fuera de los EE.UU., a menos que ese país tenga una restricción similar.

Consejos para velas y fragancias más seguras

  • Las velas sin aroma pueden no contener productos químicos de fragancia dañinos, pero a menudo siguen siendo a base de parafina. En su lugar, busca velas 100% de soja, coco o cera de abeja. Asegúrese de que no es una mezcla, ya que se puede añadir parafina para mantener los precios bajos.
  • Busque mechas 100% de algodón.
  • Busque velas hechas con aceites esenciales 100% puros en lugar de «fragancias» misteriosas. (Recuerde, evite cualquier aceite esencial al que sea alérgico o sensible).
  • Olvide las velas de colores. Los pigmentos utilizados en las velas pueden ser tóxicos para los seres humanos y el medio ambiente.
  • ¡Utilice métodos alternativos para que su casa huela bien! Esto puede incluir un spray de aceite esencial DIY o ollas de cocción a fuego lento utilizando frutas, hierbas y especias. Echa un vistazo a estas recetas de bricolaje para inspirarte:
    • Spray de aceites esenciales
    • Macetas de cocción a fuego lento

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