Es un hecho bien conocido que el tabaquismo y el alcoholismo juntos se han convertido en grandes problemas de salud en muchas sociedades de todo el mundo. El porcentaje de alcohólicos ha aumentado significativamente en una serie de países industrializados, convirtiéndolo en un asunto de preocupación nacional. Las muertes relacionadas con el alcoholismo han aumentado drásticamente en estos países. Además, el consumo de licor de palo o la elaboración y el consumo de alcohol ilegal siguen causando muchos casos de ceguera e incluso la muerte.
Los gobiernos locales y estatales han intentado abordar el problema en parte mediante el establecimiento de leyes relativas a las situaciones en las que se puede vender o consumir alcohol en público. El enfoque adoptado para luchar contra el alcoholismo difiere según las políticas de los gobiernos locales y estatales. Por ejemplo, algunos países prohíben el consumo de alcohol hasta que se haya alcanzado una determinada edad de madurez. A pesar de estos intentos de reducir los incidentes de alcoholismo, sigue siendo un problema, especialmente entre los jóvenes.
El alcohol es una de las drogas que se considera que causa graves problemas entre las generaciones más jóvenes. Es difícil generalizar las motivaciones para el consumo de alcohol, ya que las diferentes culturas tienen diferentes creencias respecto al consumo de alcohol. Sin embargo, se está de acuerdo en que cosas como fumar y beber alcohol están muy influenciadas por la presión de los compañeros. Al llegar a cierta edad, una persona se encuentra en compañía de amigos cuyo modo preferido de relajarse es el consumo de bebidas alcohólicas. A menos que uno tenga fuertes principios, suele ser difícil resistir la tentación y la presión de tomar ese primer trago de alcohol. Poco a poco, la persona cede y el consumo de alcohol se convierte en un hábito habitual. En segundo lugar, el alcoholismo está causado por la percepción errónea de que es bueno para el alivio temporal de las duras realidades de la vida. Todos los alcohólicos insisten en que la vida se siente bien después de haber bebido. Esta percepción errónea se ha extendido incluso a un individuo ilustrado. Como resultado, ha surgido un grupo de élite de alcohólicos que alivian su estrés bebiendo. En tercer lugar, algunas culturas adoptan abiertamente el consumo de alcohol como recompensa por una hazaña exitosa.
Debido a estas cuestiones y a otras causas, el alcoholismo ha obstaculizado en gran medida la realización de los objetivos personales. También afecta a los empleadores de las personas que arruinan su salud debido al consumo excesivo de alcohol.
Además, el alcoholismo ha tenido un impacto negativo en muchas familias de todo el mundo, y está detrás de muchos casos de violencia doméstica. La naturaleza general de los alcohólicos es que siempre quieren tener la razón, y cualquiera que se oponga a sus puntos de vista se arriesga a enfrentarse a su ira, que se manifiesta sobre todo a través del maltrato físico.
Prueba un camino más rápido
Otro efecto del alcoholismo es que rebaja la dignidad de la persona. Esto se debe a que la mayoría de los borrachos rara vez saben lo que están haciendo. Por eso es fácil encontrar a una persona ebria pronunciando palabras abusivas delante de sus hijos.
Beber demasiado puede afectar a la salud. Por ejemplo, cuando eres adicto al alcohol y bebes con regularidad, corres el riesgo de sufrir una hipoglucemia o bajada de azúcar. Esto se debe a que el hígado y el páncreas no funcionan correctamente y pueden impedir que el organismo produzca una cantidad suficiente de insulina para utilizar el azúcar. Esto, a su vez, puede provocar un alto nivel de azúcar en la sangre. Si su cuerpo no consigue equilibrar el nivel de azúcar en la sangre, lo más probable es que se enfrente a muchos efectos secundarios graves relacionados con la diabetes. Sólo en Estados Unidos, el alcohol causa más de 100.000 muertes al año.
El abuso de alcohol con regularidad puede debilitar tu sistema inmunológico, haciendo que tu cuerpo sea sensible a muchas enfermedades. Las personas que son bebedoras crónicas son un blanco más fácil para enfermedades como la tuberculosis y la neumonía. En general, si usted tiende a beber de forma habitual, la capacidad de su cuerpo para combatir las infecciones disminuye.
Por último, el consumo habitual de alcohol provoca cáncer de cuello y cabeza, especialmente cánceres de garganta, cavidad oral y laringe. Los individuos que beben cincuenta o más gramos de bebidas alcohólicas cada día tienden a tener un riesgo tres veces mayor de padecer una de estas enfermedades que aquellas personas que no consumen alcohol.
Por último, el 20% de los suicidios implican a individuos que tienen problemas con el consumo de alcohol. Y es importante destacar que las mujeres tienden a ser más vulnerables que los hombres a las consecuencias del alcohol debido a una serie de diferencias en la forma en que sus cuerpos absorben y metabolizan las bebidas espirituosas.
Después de todo, es responsabilidad de los gobiernos intervenir lanzando campañas para educar a los ciudadanos en contra del consumo de alcohol elaborado ilegalmente y del consumo excesivo en general, así como del consumo de alcohol por parte de los menores.