La próstata
La próstata es una glándula que se encuentra solamente en los hombres, por lo tanto, el cáncer de próstata solo afecta a los hombres.
La próstata está justo debajo de la vejiga (el órgano hueco donde se almacena la orina) y delante del recto (la última parte de los intestinos). El conducto que transporta la orina pasa por la próstata (Se llama uretra). La próstata produce parte del líquido que ayuda a mantener el semen vivo y saludable.
Hay muchos tipos de cáncer de próstata. Algunos son muy poco comunes. La mayoría de los cánceres de próstata son un tipo llamado adenocarcinoma. Este cáncer se origina en las células glandulares. Su médico podrá darle más información sobre el tipo de cáncer que usted tiene.
Preguntas para el médico
- ¿Qué es lo que le hizo concluir que tengo cáncer?
- ¿Hay alguna probabilidad de que no sea cáncer?
- ¿Puede anotar el tipo exacto de cáncer que usted cree podría tener?
- ¿Qué va a pasar luego?
¿Cómo sabe el médico que tengo cáncer de próstata?
El cáncer de próstata suele crecer lentamente durante un periodo de muchos años. La mayoría de los hombres con cáncer de próstata no presenta cambios que ellos puedan notar. Con más frecuencia, los signos del cáncer de próstata aparecen más tarde, a medida que el cáncer se desarrolla.
Algunos signos del cáncer de próstata son problemas para orinar, sangre en la orina, dificultad parar tener la erección y dolor en espalda, caderas, costillas u otros huesos.
Si los signos indican que puede tratarse de cáncer de próstata, se harán más pruebas. La mayoría de los hombres no necesitará todas las pruebas, pero estas son algunas de las pruebas que puede necesitar:
Prueba de PSA en sangre: el antígeno prostático específico (PSA) es una proteína que es producida por la glándula prostática y se puede encontrar en la sangre. El cáncer de la próstata puede elevar la cantidad de PSA en sangre. Se realizarán análisis de la sangre para determinar su nivel de PSA y cómo cambia a medida que pasa el tiempo.
Ecografía transrectal: para esta prueba, una varilla pequeña se coloca dentro del recto para que emita ondas de sonido y capture el eco que rebota desde la glándula prostática. Los ecos son representados en una imagen que se muestra en un monitor.
Imagen por resonancia magnética: este estudio (conocido como MRI, por sus siglas en inglés) usa ondas de radio e imanes potentes para producir imágenes detalladas del cuerpo. Las MRI se pueden usar para examinar la próstata y pueden mostrar si el cáncer se ha propagado fuera de la próstata y a los órganos cercanos.
Biopsia de la próstata: para una biopsia de próstata, el médico utiliza una aguja larga y hueca para extraer pequeños trozos de la próstata donde podría estar el cáncer. Esto se hace a menudo durante el uso de TRUS o MRI (o una fusión de los dos) para examinar la próstata. Luego se examinan las muestras de próstata en busca de células cancerosas. Pregunte al médico qué tipo de biopsia es el requerido para su caso y cómo se llevará a cabo.
Biopsia de los ganglios linfáticos: los ganglios linfáticos son componentes pequeños del sistema inmunitario con forma de frijol. Se puede hacer una biopsia de ganglios linfáticos, si el médico cree que el cáncer se propagó desde la próstata hasta los ganglios linfáticos cercanos.
Tomografía computarizada: algunas veces, este estudio es referido en inglés como «CAT scan». En la tomografía computarizada se emplean rayos X para crear imágenes detalladas del cuerpo. Puede mostrar si el cáncer se ha propagado fuera de la próstata.
Gammagrafía ósea: esta prueba podría hacerse para saber si el cáncer se ha propagado hacia sus huesos. Para hacer esta prueba, se inyecta una pequeña cantidad de sustancia de baja radiactividad en la sangre, la cual se asentará en las áreas de los huesos que estén dañadas en todo el cuerpo. Una cámara especial busca esta radiactividad, generando una imagen de los huesos.
Tomografía por emisión de positrones: esta prueba, referida como «PET» puede que se realice en caso de que el cáncer se haya propagado. Para ello, se inyecta una sustancia con propiedad radioactiva a niveles bajos. Esta sustancia se adhiere a las células cancerosas en el cuerpo. Una videocámara especial detecta la sustancia inyectada para así revelar las partes en el cuerpo que presente la sustancias radioactiva, indicando la presencia de cáncer en esos puntos. En ocasiones esta prueba puede hacerse conjuntamente con una resonancia magnética (PET-MRI), o bien, junto con una tomografía computarizada (PET-CT).
Preguntas para el médico
- ¿Qué pruebas necesitaré?
- ¿Quién hará estas pruebas?
- ¿Dónde se realizarán?
- ¿Quién puede explicarme los resultados?
- ¿Cómo y cuándo recibiré los resultados?
- ¿Quién me explicará los resultados?
- ¿Qué necesito hacer a continuación?
¿Cuán grave es mi cáncer?
Si usted tiene cáncer de próstata, el médico querrá saber qué tanto se ha propagado, A esto se le llama la etapa (estadio) del cáncer. Es posible que usted haya escuchado a otras personas decir que el cáncer estaba en «etapa 1» o «etapa 2». Su médico querrá averiguar la etapa de su cáncer para ayudar a decidir qué tipos de tratamiento pudiesen ser mejores para usted.
La etapa se basa en el crecimiento o la propagación del cáncer en la próstata, y si se ha propagado a otras partes del cuerpo. También incluye el nivel de antígeno prostático específico en sangre y el grado del cáncer. A las células del cáncer de próstata se les asigna un grado sobre la base de su apariencia al microscopio. Aquellas que lucen muy diferentes de una célula normal son clasificadas con un grado mayor, y suelen crecer más rápido. El grado del cáncer puede asignarse como una puntuación de Gleason (que oscila entre 6 y 10) o en un grupo de grado (que oscila entre 1 y 5). Pida a su médico que le explique el grado de su cáncer. El grado puede ayudar también a decidir qué tratamientos podrían ser los mejores para usted.
Su cáncer se puede clasificar en etapa 1, 2, 3 o 4. Mientras menor sea el número, menos se habrá propagado el cáncer. Un número mayor, como la etapa 4, significa un cáncer más grave que se ha propagado fuera de la próstata.
Si el cáncer no se ha propagado a otras partes del cuerpo, también se le podría dar un grupo de riesgo. El grupo de riesgo se basa en la extensión del cáncer en la próstata, su nivel de PSA, y los resultados de la biopsia de próstata. El grupo de riesgo puede ayudar a indicar si se deben hacer otras pruebas, y cuáles podrían ser las mejores opciones de tratamiento.
Asegúrese de preguntar al médico sobre la etapa de su cáncer, el grado y el grupo de riesgo, así como lo que podría significar en su caso.
Preguntas para el médico
- ¿Sabe usted la etapa y el grupo de riesgo del cáncer?
- Si no sabe, ¿cómo y cuándo lo sabrá?
- ¿Podría explicarme lo que significa la etapa y el grupo de riesgo en mi caso?
- ¿Qué va a pasar luego?
¿Qué tipo de tratamiento necesitaré?
Hay muchas maneras de tratar el cáncer de próstata. Las principales formas de tratamiento son observación, vigilancia activa, cirugía, radioterapia, terapia hormonal y quimioterapia. Algunas veces, se usa más de una clase de tratamiento.
El tratamiento que sea mejor para usted dependerá de:
- Su edad
- Cualquier otro problema de salud que podría tener
- La etapa y el grado del cáncer
- Su opinión (y la de su médico) sobre la necesidad de tratar el cáncer
- La probabilidad de que el tratamiento sea eficaz en curar el cáncer o de que tenga algún beneficio
- Su sentir sobre los efectos secundarios que podrían surgir con cada tratamiento
Observación
Debido a que el cáncer de próstata a menudo crece muy lentamente, puede que algunos hombres, especialmente aquellos de edad avanzada y con otros problemas de salud) nunca necesiten ningún tratamiento. Puede que el médico opte por mantener el cáncer en vigilancia sin tratamiento, lo que se conoce como observación. Este plan se puede llevar a cabo si su cáncer es pequeño, no está causando ningún problema, y parece estar creciendo muy lentamente.
Vigilancia activa
Algunos hombres más jóvenes que están sanos y tienen un pequeño cáncer de crecimiento lento pueden considerar la vigilancia activa que consiste en un seguimiento más riguroso para luego tratar el cáncer si comienza a provocar síntomas.
Cirugía para el cáncer de próstata
Existen muchos tipos de cirugía contra el cáncer de próstata. Algunas cirugías se hacen para tratar de curar el cáncer, mientras que otras se realizan para controlar el cáncer o hacer que los síntomas mejoren. Hable con el médico sobre la clase de cirugía que haya sido planeada y qué se puede esperar.
Efectos secundarios de la cirugía
En cualquier tipo de cirugía puede haber riesgos y efectos secundarios. Asegúrese de preguntar a su médico lo que puede esperar. Si tiene algún problema, dígaselo a sus médicos para que puedan ayudarle.
Radioterapia
La radiación usa rayos de alta energía (como rayos X) para destruir las células cancerosas. Hay diferentes formas de emplear la radiación como tratamiento contra el cáncer de próstata. La radiación puede ser aplicada a la glándula prostática desde una máquina externa al cuerpo. O en algunos casos, se usan balines radiactivos pequeños o semillas (del tamaño de un grano de arroz) que se pueden colocar directamente en la próstata.
Efectos secundarios de los tratamientos con radiación
Si su médico sugiere la radioterapia como tratamiento, pregúntele acerca de los efectos secundarios que podrían presentarse. Los efectos secundarios dependen del tipo de radiación que se use. Los efectos secundarios más comunes de la radiación a la próstata son diarrea, fugas de heces, o sangre en las heces; tener que orinar mucho, fugas de orina, ardor al orinar o sangre en la orina; problemas de erección; sensación de cansancio (fatiga); y acumulación de líquido en las piernas.
La mayoría de los efectos secundarios se alivian después que finaliza la radiación. Sin embargo, algunos pueden durar más tiempo. Hable con su médico sobre lo que se puede esperar.
Tratamiento hormonal
Este tratamiento reduce sus niveles de hormonas masculinas, conocidas como andrógenos, o hace que dejen de funcionar. Esto a menudo provoca que los cánceres de próstata disminuyan de tamaño o crezcan más lentamente. Sin embargo, la terapia hormonal no cura el cáncer de próstata. Si usted va a recibir tratamiento hormonal, pídale a su médico que le explique qué efecto puede esperar que ocasione.
Efectos secundarios del tratamiento hormonal
Cambiar sus niveles hormonales puede ocasionar efectos secundarios, como un menor deseo por el sexo, dificultades para lograr una erección, acaloramientos, adelgazamiento de los huesos y aumento de peso. Hable con su médico sobre los efectos secundarios que puede esperar con su tratamiento hormonal.
Quimioterapia
La quimioterapia es el uso de medicamentos para combatir el cáncer. Los medicamentos se pueden inyectar en una vena o se toman como pastillas. Estos medicamentos ingresan a la sangre y se extienden por el cuerpo. La quimioterapia se aplica en ciclos o series de tratamiento. Cada serie de tratamiento es seguida por un periodo de descanso.
Puede que se use quimioterapia cuando el cáncer se ha propagado fuera de la glándula prostática. Este tratamiento no se administra en hombres con cáncer de próstata en sus comienzos.
Efectos secundarios de la quimioterapia
La quimioterapia puede causarle sensación de mucho cansancio, malestar en el estómago, o la caída de su cabello. Pero estos efectos secundarios desaparecen después de finalizar la quimioterapia.
Hay formas de tratar la mayoría de los efectos secundarios causados por la quimioterapia. Si presenta efectos secundarios, consulte con su doctor para que le puedan ayudar.
Medicamentos para tratar la propagación del cáncer a los huesos
Si el cáncer de próstata se propaga a otras partes del cuerpo, casi siempre pasa primero a los huesos. Estas áreas de propagación del cáncer pueden causar dolor y huesos débiles que podrían fracturarse. Los medicamentos que pueden ayudar a fortalecer los huesos y reducir la probabilidad de fractura son los bisfosfonatos y el denosumab. A veces, se administran radiación, radiofármacos o analgésicos para el control del dolor.
Efectos secundarios de los medicamentos para los huesos
Un efecto secundario de los bisfosfonatos y el denosumab es el daño a la mandíbula, conocido como osteonecrosis de la mandíbula (ONJ). La mayoría de las personas necesitará obtener la aprobación de su dentista antes de comenzar uno de estos medicamentos.
Estudios clínicos
Los estudios clínicos son investigaciones para probar nuevos medicamentos o tratamientos en seres humanos. Por lo general, estos estudios comparan los tratamientos convencionales con otros que podrían ser mejores.
Si está interesado en saber más sobre qué estudios clínicos podrían ser adecuados para usted, comience por preguntar a su médico si en la clínica u hospital donde trabaja se realizan estudios clínicos. Consulte Estudios clínicos para obtener más información.
Los estudios clínicos son una manera de recibir los tratamientos del cáncer más recientes. Son la mejor alternativa para que los médicos encuentren mejores maneras de tratar el cáncer. Si su médico puede encontrar un estudio clínico sobre el tipo de cáncer que usted tiene, será su decisión determinar si quiere participar. En caso de que se inscriba en un estudio clínico, siempre tendrá la posibilidad de dejar de participar en cualquier momento.
¿Qué debo saber acerca de otros tratamientos de los que he oído hablar?
Es posible que usted se entere de otras maneras de tratar el cáncer o sus síntomas. Puede que no siempre sean tratamientos médicos convencionales, Estos tratamientos pueden incluir vitaminas, hierbas y dietas especiales, entre otras cosas. Es posible que usted tenga inquietudes sobre estos tratamientos.
Se sabe que algunos de estos métodos son útiles, pero muchos no han sido probados. Algunos no proveen beneficios, y otros hasta son perjudiciales. Hable con su médico sobre cualquier cosa que usted esté considerando usar, ya sea una vitamina, algún régimen alimentario o cualquier otro método.
Preguntas para el médico
- ¿Qué tratamiento usted cree que es el mejor para mí?
- ¿Cuál es la meta de este tratamiento? ¿Cree que podría curar el cáncer?
- ¿Incluirá cirugía el tratamiento? De ser así, ¿quién hará la cirugía?
- ¿Cómo será la cirugía?
- ¿Necesitaré recibir además otros tipos de tratamiento?
- ¿Cuál es el objetivo de estos tratamientos?
- ¿Cuáles efectos secundarios podría experimentar debido a estos tratamientos?
- ¿Qué puedo hacer si empiezo a tener efectos secundarios?
- ¿Hay algún estudio clínico que pueda ser adecuado para mí?
- ¿Qué opina de las vitaminas o dietas especiales de las que me hablan mis amigos? ¿Cómo sabré si son seguras?
- ¿Qué tan pronto necesito comenzar el tratamiento?
- ¿Qué debo hacer para prepararme para el tratamiento?
- ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar a que el tratamiento sea más eficaz?
- ¿Cuál es el siguiente paso?
¿Qué sucederá después del tratamiento?
Usted sentirá satisfacción al completar el tratamiento. Sin embargo, es difícil que no le preocupe el regreso del cáncer. Cuando un cáncer regresa, se le llama recurrencia. Aun cuando el cáncer nunca regrese, las personas tienden a seguir inquietas por esta preocupación. Después del tratamiento, usted necesitará acudir a su médico durante varios años. Al principio sus citas se programan cada pocos meses. Luego, entre más tiempo haya estado sin cáncer, menos citas necesitará.
Asegúrese de ir a todas las visitas de seguimiento. Sus médicos le preguntarán sobre sus síntomas, harán exámenes físicos y puede que soliciten análisis de sangre y probablemente otras pruebas para saber si el cáncer ha regresado.
Afrontar el cáncer y lidiar con el tratamiento puede ser difícil, pero también puede ser el momento para nuevos cambios en su vida. Puede que usted piense sobre cómo mejorar su salud. Llámenos al 1-800-227-2345 o hable con su médico para saber qué se puede hacer para que pueda sentirse mejor.
Usted no puede cambiar el hecho de tener cáncer. Lo que sí puede cambiar es la manera en que vivirá el resto de su vida al tomar decisiones sanas y sentirse tan bien como sea posible.