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A muchos niños les encantan los videojuegos. De hecho, les gustan tanto que pueden escuchar algo así de mamá o papá: «¡Basta! Búscate otra cosa que hacer!»
Puede ser un buen consejo, incluso si estabas a punto de llegar al siguiente nivel. ¿Por qué? Demasiado de cualquier cosa es demasiado. Es cierto que algunos estudios han demostrado que ciertos videojuegos pueden mejorar la coordinación mano-ojo, la capacidad de resolver problemas y la capacidad de la mente para procesar información. Pero jugar demasiado a los videojuegos puede causar problemas.
Es difícil hacer suficiente juego activo y ejercicio si se está siempre dentro jugando a los videojuegos. Y sin el suficiente ejercicio, los niños pueden llegar a tener sobrepeso.
El exceso de videojuegos también podría afectar a otras cosas importantes, como las amistades y el rendimiento escolar del niño. Y los niños que juegan a videojuegos violentos pueden actuar de forma más agresiva.
Pero aquí están las buenas noticias: Jugar a los videojuegos en algunas ocasiones puede estar bien. Elige juegos de calidad y limita el tiempo de pantalla -que incluye la televisión, el ordenador, el smartphone, la tableta y el tiempo de videojuegos combinados- a una cantidad razonable.
Un buen juego será el adecuado para la edad que tengas. Los juegos se clasifican como las películas y tu madre o tu padre pueden ayudarte a saber cuáles debes usar. Si puedes elegir uno que te haga levantarte y moverte, mejor aún.
Podrías desafiar a tu madre, a tu padre -o incluso a tu abuela- a batear en un partido de béisbol o a probar algunos movimientos elegantes en uno de los juegos de baile. ¿Podría tu abuela ser la reina del baile? Es hora de averiguarlo!