Dacriocistorrinostomía

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por Cat Nguyen Burkat, MD FACS el 09 de diciembre de 2020.

La cirugía de dacriocistorrinostomía (DCR) es un procedimiento que tiene como objetivo eliminar la retención de líquidos y mucosidad dentro del saco lagrimal, y aumentar el drenaje lagrimal para el alivio de la epífora (agua que corre por la cara). La intervención DCR consiste en la extracción del hueso adyacente al saco nasolagrimal y la incorporación del saco lagrimal a la mucosa nasal lateral para evitar la obstrucción del conducto nasolagrimal. Esto permite que las lágrimas drenen directamente a la cavidad nasal desde los canalículos a través de una nueva vía de baja resistencia.

Enfermedad

La obstrucción del conducto nasolagrimal (NLDO) puede dar lugar a un ojo lloroso, debido a la obstrucción del flujo de salida de las lágrimas.

Etiología

La obstrucción del conducto nasolagrimal, se presenta como una enfermedad congénita o adquirida. Las causas adquiridas pueden ser numerosas. La obstrucción del sistema excretor nasolacrimal puede producirse en los puntos proximales, los canalículos, el canalículo común, o más distalmente dentro del saco lagrimal o el conducto nasolacrimal.

Disección anatómica del sistema de drenaje lagrimal, incluyendo los puntos, los canalículos, el saco lagrimal y el conducto.

Factores de riesgo

La NLDO adquirida puede desarrollarse por una variedad de razones, incluyendo las secundarias a traumatismos faciales, alergias ambientales crónicas, toxicidad de fármacos quimioterapéuticos o medicamentos tópicos, neoplasias, enfermedad de los senos paranasales de larga duración o tras una cirugía sinonasal.

Diagnóstico

Una anamnesis detallada es crucial para distinguir la NLDO como causa del lagrimeo, en contraposición al lagrimeo reflejo de otras causas. Una historia completa del paciente debe incluir la evaluación de los síntomas, el estado funcional diario, las afecciones médicas pertinentes, los medicamentos utilizados (incluidos los descongestionantes de los senos paranasales y los aerosoles nasales, las gotas oculares tópicas como el yoduro de fosfolina) y otros factores de riesgo (por ejemplo, traumatismos faciales o nasales, enfermedades de los senos paranasales, alergias ambientales, fármacos quimioterapéuticos sistémicos como el taxotere, antecedentes de cirugía de los senos paranasales o nasales, radiación periorbitaria).

Examen físico

  • Agudeza visual, mejor corregida
  • Evaluación de la función pupilar y de la motilidad ocular
  • Biomicroscopía con lámpara de luz del segmento anterior
  • Evaluación de la altura del menisco lagrimal (normal 0.2mm), y calidad
  • Tono del párpado inferior (por ejemplo, medición de la distracción/laxitud, prueba de snapback)
  • Posición del párpado (por ejemplo, aposición del globo, retracción, ectropión, entropión, triquiasis)
  • Evaluación nasal (por ejemplo vestíbulo nasal, tabique desviado, poliposis, tumores intranasales, rinitis alérgica, impregnación de los cornetes)
  • Permeabilidad y posición de las fosas nasales
  • Prueba de desaparición del colorante para demostrar el retraso en la eliminación de la fluoresceína
  • Sondeo y irrigación del sistema nasolagrimal

Síntomas

  • Las lágrimas (epífora)
  • Secreción mucopurulenta
  • Aspecto de las pestañas y los párpados, costras por la mañana
  • Dolor
  • Visión borrosa por las lágrimas
  • Lágrimas sanguinolentas
  • Dacriocistitis (infección por absceso del saco lagrimal en el ángulo interno del ojo zona del ojo)
    Visión borrosa por las lágrimas Lágrimas sanguinolentas

Diagnóstico clínico

El diagnóstico clínico de obstrucción del conducto nasolagrimal que requiere RCD se realiza por la historia del paciente, junto con un menisco lagrimal elevado y la demostración de la obstrucción del flujo de salida lagrimal en el sondeo y la irrigación. Una prueba de desaparición retardada del colorante puede ser un buen indicador de obstrucción lagrimal en la población pediátrica.

Procedimientos de diagnóstico

  • Medición de la altura del menisco lagrimal

    Menisco lagrimal elevado mediante biomicroscopía con lámpara de hendidura.

  • Test de desaparición del colorante
  • Test de Jones I y II
  • Sondeo e irrigación: Estándar de oro de las pruebas de flujo nasolagrimal. Se coloca una gota de anestésico tópico en la superficie ocular y se utiliza un dilatador punctal para dilatar el punctum. Se puede utilizar una sonda Bowman 0-0 para evaluar el canalículo en busca de cualquier estenosis difusa o estenosis focal. Si está presente, se registra la distancia de la estenosis desde el punctum para determinar si está indicada una conjuntivodacriocistorrinostomía (CDCR). Se introduce una cánula lagrimal de calibre 21 o 23 en una jeringa de 3 cc a través de cada canalículo y se inyecta suero salino. El reflujo de suero salino a través del mismo canalículo indica una obstrucción del canalículo, mientras que el reflujo desde el punto opuesto indica una obstrucción en el saco o conducto nasolagrimal. El paso de la solución salina hacia la nariz y la garganta con facilidad y sin reflujo significa un sistema excretor nasolagrimal anatómicamente patente. También puede existir una obstrucción parcial si hay algún flujo hacia la nariz pero con una mayor resistencia a la irrigación y/o algún grado de reflujo.
  • DCG: se inyecta activamente un colorante de contrato en el punctum y el canalículo durante la obtención simultánea de imágenes de TC o RM para determinar si existe una obstrucción anatómica dentro del sistema de flujo de salida, y dónde se produce la obstrucción. Se puede lograr un excelente detalle anatómico.
  • DSG: Se coloca un agente radiactivo, pertecnetato de tecnecio-99m o coloide de azufre marcado con tecnecio-99m, en la superficie ocular. Se sienta al paciente y se le toma inmediatamente una imagen con una cámara gamma para obtener imágenes rápidas del sistema de salida del lagrimal mientras el trazador fluye pasivamente a través del sistema de la bomba lagrimal. Los canalículos y el saco deben visualizarse en los 10-12 segundos siguientes a la inyección, y el paso a la cavidad nasal se produce en 10-30 minutos. Las desventajas de la DSG incluyen la baja resolución y la falta de detalles anatómicos.

Tratamiento general

El tratamiento inicial de la NLDO incluye la determinación y el tratamiento de la(s) causa(s) del lagrimeo, y la corrección de cualquier malposición de los párpados o de las anomalías de la superficie ocular que contribuyan a los síntomas. La NLDO parcial en adultos puede ser ocasionalmente susceptible de intubación con silicona sin DCR o dacrioplastia asistida con balón.

Cirugía

Indicaciones para la cirugía de DCR:

  1. NLDO primaria adquirida
  2. NLDO secundaria adquirida, como la debida a un traumatismo mediofacial previo, inflamación nasal o sinusal crónica, cirugía nasal, neoplasias, dacriolitos
  3. Obstrucción funcional del flujo de salida, por debilidad de la bomba lagrimal o tras parálisis del nervio facial
  4. NLDO congénita tras sondaje o intubación previa fallida
  5. Antecedentes de dacriocistitis

Opciones primarias para DCR:

  1. Dacriocistorrinostomía externa primaria-
    Las ventajas del abordaje externo incluyen excelentes tasas de éxito, reportadas hasta el 90-95%. Se crea una gran osteotomía con visualización directa de las anomalías del saco lagrimal, como cálculos lagrimales, cuerpos extraños o tumores. La sutura directa de los colgajos del saco nasolagrimal y de la mucosa nasal lateral permite una aposición óptima y la curación por primera intención de los colgajos para crear el sistema de derivación.
    Las desventajas incluyen una cicatriz visible en comparación con el abordaje interno.
  2. Dacriocistorrinostomía primaria endonasal/endoscópica- Las ventajas del abordaje interno, o endonasal, incluyen la ausencia de una incisión cutánea. Puede ser una opción para la población pediátrica o en pacientes más jóvenes sin pliegues cutáneos que puedan camuflar una cicatriz. Hay algunas pruebas de que la RCD endoscópica puede ser tan eficaz como la externa, con altas tasas de éxito.

Cirugía:

Anestesia: La DCR puede realizarse bajo sedación monitorizada o anestesia general según la preferencia del cirujano y del paciente. El paciente puede ser dado de alta en el mismo día. La anestesia local, utilizando una mezcla a partes iguales de 1-2% de lidocaína y 0,5% de bupivicaína, con 1:100.000 de epinefrina, se infiltra en el canto medial, sitio de la incisión del párpado inferior, y la mucosa nasal. Un tapón nasal empapado en cocaína al 4%, lidocaína o afrin (oximetazolina) proporciona anestesia nasal adicional y vasoconstricción de la mucosa del meato medio. La hemostasia meticulosa es crucial para el éxito de la cirugía DCR.

Técnica (DCR externa): Se realiza una incisión cutánea curvilínea con un rotulador quirúrgico a nivel del tendón cantal medial y que se extiende en la fina piel del párpado inferior durante aproximadamente 10-12 mm. La cara del paciente se prepara y se cubre de la forma estéril habitual. Una lente protectora de córnea lubricada se coloca a menudo en la superficie ocular para proteger el globo durante la cirugía. La piel se incide con un bisturí de 15 hojas o una unidad monopolar con punta de aguja de Colorado. Se separan las fibras del músculo orbicular hasta identificar el periostio de la cresta lagrimal anterior. La disección debe ser lateral a los vasos angulares para evitar el sangrado. El periostio a lo largo de la cresta lagrimal anterior se incide a continuación desde el nivel del tendón cantal medial extendiéndose inferiormente, y el periostio se eleva ampliamente con los elevadores de Freer hacia delante del hueso nasal. La periorbita y el saco lagrimal se elevan igualmente de forma posterolateral desde la fosa del saco lagrimal. A continuación se perfora cuidadosamente la fosa donde el hueso se adelgaza en la línea de sutura entre la apófisis frontal más gruesa del maxilar y el hueso lagrimal adyacente más fino. Se utilizan fresas de Kerrison o un taladro de alta velocidad para eliminar el hueso de la fosa lagrimal, por debajo del conducto lagrimal en el borde orbital inferior, y por delante de la cresta lagrimal anterior. Se extrae un ostium óseo de aproximadamente 15 mm, teniendo cuidado de evitar una fuga de líquido cefalorraquídeo o que se lesione la mucosa nasal subyacente.
Se pasa una sonda de Bowman 0-0 en el saco lagrimal para tensar el saco medialmente, y se utilizan tijeras de Westcott para abrir el saco lagrimal desde el conducto hasta el fondo, con incisiones relajantes en ambos extremos. Se retira cualquier cicatriz anormal que recubra la apertura del canalículo común, los cálculos del saco lagrimal, los cuerpos extraños o las masas, si están presentes. Se realiza una incisión correspondiente en la mucosa nasal, para crear colgajos anteriores solamente, o anteriores y posteriores.

Se abre el saco lagrimal para crear un colgajo.

Se eleva el correspondiente colgajo de la mucosa nasal.

Los colgajos del saco lagrimal se anastomosan meticulosamente a los colgajos de la mucosa nasal después de pasar tubos de silicona en los canalículos y a través del ostium del DCR.

Los tubos de silicona se colocan a través del nuevo ostium y los colgajos se suturan juntos.

Después de suturar los colgajos juntos para crear la nueva vía de entrada a la nariz, el músculo orbicular y la piel se cierran en capas. La rama anterior del tendón cantal medial también se resuspende si se ha liberado antes. Los tubos de silicona se atan y se dejan largos en el vestíbulo nasal para facilitar su retirada posterior en la consulta. Los tubos pueden retirarse entre 4 semanas y varios meses después de la cirugía.

Técnica (DCR endonasal/endoscópica): La principal ventaja del enfoque endonasal, o interno, es la ausencia de cicatrices en la piel. La mucosa nasal y el cornete medio se descongestionan primero para la vasoconstricción y la hemostasia. Utilizando un endoscopio nasal para la visualización, la mucosa nasal lateral adyacente al saco lagrimal se incide verticalmente y se eleva. La ubicación del saco suele ser anterior a la cara anterior del cornete medio a lo largo de la pared nasal. Se puede introducir un endoiluminador de fibra óptica, como el que se utiliza en la cirugía vitreorretiniana, a través de los canalículos en el saco para ayudar a transiluminar el hueso lagrimal medial al saco lagrimal si es necesario.

Ubicación del saco lagrimal anterior al cornete medio utilizando transiluminación.

Se necesita una exposición completa del hueso adyacente al saco lagrimal. Se realiza una amplia elevación de la mucosa nasal con elevadores de Freer y se retira la mucosa con pinzas endoscópicas. A continuación se extrae el hueso lagrimal con un taladro de alta velocidad, con rongeurs de Kerrison o con rongeurs hipofisarios. También se ha utilizado el láser. El ostium óseo final debe ser de aproximadamente 8 mm de altura e incluir un espacio libre adecuado del ostium interno del canalículo común y del saco inferior para evitar la acumulación persistente en el saco inferior (sumidero lagrimal). Tras la extracción del hueso, la mucosa del saco lagrimal se infiltra con anestesia local para la vasoconstricción, se incide y se extrae la mucosa del saco medial con fórceps. La extracción adecuada de la mucosa del saco lagrimal se confirma mediante el flujo libre de solución salina o fluoresceína desde los canalículos a través del ostium nasal, o la visualización directa del punctum interno común con el endoscopio. También puede colocarse una intubación de silicona bicanalicular como en el abordaje DCR externo, y retirarse en el postoperatorio en la consulta. La mitomicina C, un antimetabolito, puede aplicarse juiciosamente en el ostium intranasal para modular la fibrosis.

La DCR endonasal está contraindicada en pacientes con sospecha de neoplasia del sistema lagrimal, o divertículos del saco lagrimal, cálculos del sistema lagrimal, estenosis canalicular común y traumatismos mediofaciales graves.

Seguimiento quirúrgico

Después de la cirugía, el paciente es dado de alta a su casa si está estable y se le indica que descanse durante una semana, sin levantar objetos pesados, hacer ejercicio o actividades extenuantes que puedan inducir una hemorragia. Normalmente se evitan las bebidas y los alimentos calientes durante las primeras 12-24 horas del postoperatorio para disminuir el riesgo de epistaxis causado por la vasodilatación nasal inducida por el calor. Se colocan compresas de hielo/frío en el lugar de la incisión durante 48 horas mientras se está despierto para minimizar la hinchazón y los hematomas. La cabeza del paciente debe permanecer elevada en todo momento en un ángulo de 45 grados y se le indica que evite sonarse la nariz durante una semana para disminuir el riesgo de hemorragia. Las suturas de la piel se retiran una semana después de la operación si se utilizaron suturas no absorbibles, y el tubo de silicona se retira normalmente a las 4-8 semanas después de la cirugía, aunque algunos retiran los tubos en una fecha posterior.

Complicaciones

Intraoperatorias

  • Hemorragia – Minimizar mediante una adecuada vasoconstricción anestésica, cauterización y cera ósea. Evitar la cauterización excesiva de la mucosa nasal que podría inducir cicatrices.
  • Lesión del orificio interno del canalículo común al abrir el saco
  • Fuga de líquido cefalorraquídeo por penetración de la placa cribiforme
  • Lesión de los canalículos por sondeo inadecuado.
  • Lesión del contenido orbitario por rongeurs o taladro
  • Destrucción de la mucosa nasal lateral debido a una extracción ósea inadecuada
  • Falta de apertura completa de la porción inferior del saco lagrimal resultando en un síndrome de sumidero lagrimal.
  • Falta de drenaje y extirpación adecuados de un divertículo del saco lagrimal

Postoperatorio

  • Hemorragia
  • Infección
  • Mejora incompleta, desgarro persistente
  • Pérdida temprana del tubo de silicona
  • Oclusión por fibrosis del ostium
  • Sinequias entre el cornete medio el tabique nasal o la pared lateral
  • Necesidad de cirugía adicional
  • Sinusitis

Pronóstico

El pronóstico tras la DCR es excelente, con tasas de éxito de hasta el 90-95% para el abordaje externo. Aunque se ha informado de una gama más amplia de tasas de éxito con la técnica de DCR endonasal, algunos estudios han demostrado tasas de éxito comparables a las obtenidas con la DCR externa.

Recursos adicionales

  • Información de la ASOPRS sobre el sistema lagrimal
  1. Hurwitz JJ. The Lacrimal System (El sistema lagrimal). Philadelphia: Lippincott-Raven; 1996.
  2. Burkat CN, Lucarelli MJ. Tear meniscus level as an indicator of nasolacrimal obstruction. Ophthalmology. 2005;112:344-348.
  3. Ewing AE. Demostración con rayos Roentgen de la cavidad del absceso lagrimal. Am J Ophthalmol. 1909; 24:1.
  4. Rossomondo RM, Carlton WH, Trueblood J, et al. A new method of evaluating lacrimal drainage. Arch Ophthalmol. 1972; 88:523-525.
  5. Wearne MJ, Pitts J, Frank J, et al. Comparison of dacryocystography and lacrimal scintigraphy in the diagnosis of functional nasolacrimal duct obstruction. Br J Ophthalmol. 1999;83:1032-5.
  6. Sobel RK, Aakalu VK, Wladis EJ, Bilyk JR, Yen MT, Mawn LA. A Comparison of Endonasal Dacryocystorhinostomy and External Dacryocystorhinostomy: A Report by the American Academy of Ophthalmology. Ophthalmology. 2019 Nov;126(11):1580-1585. doi: 10.1016/j.ophtha.2019.06.009. Epub 2019 Jul 26. PMID: 31358391.
  7. Marcet, Marcus M., Andrew KT Kuk, y Paul O. Phelps. «Revisión basada en la evidencia de las prácticas quirúrgicas en la dacriocistorrinostomía endoscópica para la obstrucción primaria adquirida del conducto nasolagrimal y otras nuevas indicaciones. «Current opinion in ophthalmology 25.5 (2014): 443-448.
  8. Massaro BM, Gonnering RS, Harris GJ. Dacriocistorrinostomía con láser endonasal: Un nuevo enfoque para la obstrucción del conducto nasolagrimal. Arch Ophthalmol. 1990;108:1172-1176.
  9. Gonnering RS, Lyon DB, Fisher JC. Cirugía lagrimal endoscópica asistida por láser. Am J Ophthalmol. 1991;111(2)152-157.
  10. Kao SC, Liao CL, Tseng JH, Chen MS, Hou PK. Dacryocystorhinostomy with intraoperative mitomycin C. Ophthalmology. 1997; 104(1):86-91.

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