Ferenc Deák, apodado El Sabio del País, húngaro A Haza Bölcse, (nacido el 17 de octubre de 1803, Söjtör, Hungría., Imperio austriaco -muerto el 28/29 de enero de 1876 en Budapest), estadista húngaro cuyas negociaciones condujeron al establecimiento de la monarquía dual de Austria-Hungría en 1867.
Deák era hijo de un rico terrateniente húngaro. Tras licenciarse en Derecho, entró en el servicio administrativo de su condado de Zala, que en 1833 le envió a representarlo en la Dieta húngara, en lugar de su hermano, que había renunciado a su mandato. En esa Dieta y en las de 1839 y 1841, Deák se hizo notar como líder del creciente movimiento reformista para la emancipación política y la regeneración interna de Hungría. Reelegido en 1843, declinó su mandato en protesta por la forma escandalosa en que se había llevado a cabo la elección, pero para entonces su integridad intachable, su buen sentido invariable y su conocimiento enciclopédico de la ley le habían convertido en la figura más respetada de su campo. Fue él quien, en 1847, redactó para la «oposición nacional» su programa de reformas para la Dieta de 1847. La mala salud le impidió presentarse a la elección de ese órgano, pero cuando, en marzo de 1848, la corona sancionó el establecimiento de un ministerio húngaro independiente, el nuevo ministro presidente, el conde Lajos Batthyány, insistió en que asumiera la cartera de Justicia.
Como ministro de Justicia, Deák fue el principal responsable de la redacción de las reformadoras «Leyes de abril» sancionadas por el monarca el 11 de abril de 1848. Durante los meses siguientes, participó en la mayoría de las negociaciones entre el gobierno húngaro y sus opositores. Dejó de ser ministro cuando Batthyány dimitió el 28 de septiembre, y se negó a ser nombrado de nuevo, pero en enero de 1849 formó parte de otra misión que pretendía intervenir ante Alfred, Fürst zu Windischgrätz, comandante de los ejércitos austriacos que habían ocupado Buda. Impedido de reincorporarse a la Dieta, se retiró a sus fincas familiares, donde vivió tranquilamente durante algunos años, sin ser molestado por las autoridades austriacas, que habían decidido que sus actividades no habían sido traicioneras, pero rechazando toda invitación a colaborar con un régimen que condenaba como ilegal. En 1854 vendió sus propiedades -donando la mayor parte de los beneficios a su hermana- y se trasladó a Pest, instalándose en el Hotel Angol Királyné, que siguió siendo su hogar hasta su última enfermedad.
En Pest, Deák se convirtió en el oráculo de todos aquellos que buscaban una salida práctica y honorable al estancamiento político de Hungría. Debido a que Deák se negó rotundamente a reconocer cualquier régimen que no concediera la validez legal de las Leyes de Abril, se disolvió la Dieta convocada en 1861 y se reimpuso la monarquía absolutista. A medida que sus dificultades internacionales fueron convenciendo al emperador Francisco José de la necesidad de reconciliación con Hungría, Deák, tanto en conversaciones privadas como en declaraciones públicas, en particular su famoso «Artículo de Pascua» del 16 de abril de 1865, expuso las condiciones de Hungría en términos que en la actualidad condujeron al Compromiso (Ausgleich) de 1867, por el que se estableció la monarquía dual.
Deák fue sin duda el creador del Compromiso. La maquinaria que incorporaba no fue toda de su invención, pero fue su fe en que una Hungría constitucionalmente satisfecha y una monarquía fuerte podían y debían coexistir lo que hizo posible el acuerdo; tampoco se podría haber llegado a un acuerdo sin su sagacidad, resolución e integridad y la fe que estas cualidades inspiraron en ambos bandos.
Sus adherentes durante las negociaciones se habían autodenominado el «Partido Deák». Ayudó a completar la legislación derivada del Compromiso y la defendió en el Parlamento cuando fue necesario. Su salud empezó a fallar; su último discurso público lo pronunció en noviembre de 1873.
El Compromiso fue la obra cumbre de la vida de Deák, pero apenas hubo un campo de la vida pública en el que no ejerciera su influencia, y siempre del lado de la humanidad, la reforma razonada y el buen sentido. Fue uno de los principales luchadores por la reforma de las condiciones del campesinado húngaro, dando ejemplo en sus propias fincas.