Anemia perniciosa

Causa

La anemia perniciosa puede desarrollarse por una variedad de razones, pero la mayoría de las veces el problema es causado por una falta de absorción de vitamina B12. En particular, la anemia perniciosa suele estar causada por la ausencia del llamado factor intrínseco, una glicoproteína esencial para la correcta absorción de este micronutriente. Esta sustancia es segregada por las células parietales del estómago, que en cerca del 90% de los pacientes con anemia perniciosa son atacadas y destruidas por anticuerpos anormales, que también pueden afectar directamente al factor intrínseco, impidiéndole unirse a la vitamina o al receptor intestinal. Esto se denomina gastritis atrófica autoinmune o de tipo A, un proceso inflamatorio crónico que afecta a la mucosa gástrica y reduce su función.

La gastritis atrófica también puede tener un origen no inmune, por ejemplo debido a la perpetuación de gastritis crónicas de diversos tipos, incluida la infección por helicobacter pylori (gastritis atrófica de tipo B).

Factores de riesgo de anemia perniciosa

Edad adulta y avanzada, antecedentes familiares de anemia perniciosa, etnia nórdica, presencia concomitante de trastornos endocrinos autoinmunes, como la enfermedad de Addison, la tiroiditis crónica, la enfermedad de Graves, el hipoparatiroidismo, el hipopituitarismo, la miastenia gravis, la amenorrea secundaria, la diabetes de tipo I, la disfunción testicular, el vitíligo.

Se ha informado de que los pacientes con anemia perniciosa tienen un riesgo tres veces mayor de padecer carcinoma gástrico.

By-Pass y resecciones gástricas

En condiciones normales, debido a la presencia del factor intrínseco, la vitamina B12 se absorbe en el tracto inferior del intestino delgado, denominado íleon.

De forma similar, cuando se extirpa el estómago o una parte del mismo (gastrectomía), o cuando se realiza un bypass gástrico para la reducción de peso en pacientes gravemente obesos, falta la síntesis del factor intrínseco en el estómago.

Deficiencias alimentarias

La anemia perniciosa debida a la reducción de la ingesta de alimentos se ha convertido en algo especialmente raro; los más expuestos son los vegetarianos estrictos y los indigentes, especialmente los ancianos (debido a la reducción de la eficacia digestiva y de absorción).

La vitamina B12 en los alimentos

La vitamina B12 está presente principalmente en los alimentos cárnicos, mientras que en el cuerpo humano se concentra en el hígado, donde las reservas de unos pocos mg cubren las necesidades durante largos períodos de tiempo (hasta tres o cinco años). No es casualidad que, antes de que se descubriera y aislara esta vitamina, la anemia perniciosa se tratara con grandes cantidades de hígado bovino crudo. En la actualidad, la B12 se produce en el laboratorio por fermentación bacteriana; asimismo, ciertos microorganismos que residen en el intestino humano producen pequeñas cantidades.

Absorción de la vitamina B12

A nivel gástrico, en presencia de cantidades suficientes de ácido clorhídrico, la vitamina B12 presente en los alimentos se libera y se une fácilmente al polipéptido salival R. Una vez en el duodeno, este complejo es disuelto por las proteasas pancreáticas y la vitamina B12 se une al factor intrínseco de Castle secretado por las células parietales gástricas. La absorción de este complejo está mediada por el receptor y se produce en el íleon. Una proporción muy pequeña se absorbe por simple difusión (aproximadamente entre el uno y el dos por ciento), lo que explica la utilidad de las administraciones orales, siempre que sean elevadas y estén suficientemente próximas.

Otras posibles causas

La anemia perniciosa también puede ser consecuencia de una infección crónica por H. pylori o de la supresión de la acidez gástrica con fármacos antiulcerosos (antagonistas H2, inhibidores de la bomba de protones).

Además, las infestaciones parasitarias entéricas (como el gusano botriocéfalo, que consume la vitamina) y los diversos síndromes de malabsorción (derivados de la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn, etc.) pueden provocar carencias de vitamina B12.

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