La anemia es un problema de salud pública que afecta a poblaciones tanto de países ricos como pobres. Su causa principal es la deficiencia de hierro (ADI), pero también son responsables otras condiciones, como la malaria, las infecciones parasitarias, otras deficiencias nutricionales y las hemoglobinopatías. La anemia es una condición en la que el número de glóbulos rojos o su capacidad de transporte de oxígeno es insuficiente para satisfacer las necesidades fisiológicas, que varían según la edad, el sexo, la altitud, el tabaquismo y el estado de embarazo. En su forma grave, se asocia con fatiga, debilidad, mareos y somnolencia. Las mujeres embarazadas y los niños son especialmente vulnerables.
Anemia en mujeres embarazadas
El volumen del plasma aumenta más rápidamente que la masa de glóbulos rojos durante el embarazo y se produce un descenso del valor de Hb. Si no se trata, la deficiencia de hierro durante el embarazo se asocia con múltiples resultados adversos tanto para la madre como para el bebé. En las mujeres embarazadas, el tratamiento de la anemia puede mejorar los resultados del parto y el bienestar general, durante y después del embarazo.
Anemia en los niños
Se calcula que hasta el 80% de los niños de los países en vías de desarrollo serán anémicos en algún momento antes de los 18 años. Incluso una anemia leve puede provocar fatiga e interferir en la capacidad del niño para rendir en la escuela. En el caso de los bebés, la anemia puede causar un retraso irreversible en el desarrollo mental, motor y de comportamiento. Debido al rápido crecimiento, la expansión del volumen sanguíneo total y el inicio de la menstruación, aumentan las necesidades de hierro, lo que hace que las adolescentes sean más susceptibles a la anemia. La anemia durante la adolescencia influye en todo el ciclo vital de la mujer, ya que las niñas anémicas tendrán menos reservas de hierro antes del embarazo. Invertir en la prevención de la anemia durante la adolescencia es fundamental para las propias adolescentes, así como para la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de sus hijos más adelante.
La nutrición y los ODS – ¿y la anemia?
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus 169 metas asociadas fueron publicados recientemente por la ONU; los indicadores proporcionarán a los gobiernos una imagen muy clara de lo que necesitan hacer, y lo que serviría como acciones de valor añadido. Según la meta 2.2 del Objetivo Global 2 sobre Hambre Cero, la finalidad declarada es erradicar «todas las formas de malnutrición» y menciona subgrupos de población específicos, como los niños menores de 5 años, las adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes, así como las personas mayores.
Cómo diagnosticar la anemia
La detección y el tratamiento tempranos de la anemia causada por la deficiencia de hierro o vitaminas son relativamente sencillos y podrían mejorar significativamente la calidad de vida y el bienestar general. Por lo tanto, la medición de los niveles de hemoglobina debe incluirse en los exámenes de rutina. Las pequeñas desviaciones de los valores normales de hemoglobina pueden ser un primer signo de enfermedad grave y/o deficiencia de hierro o vitaminas. La prueba de hemoglobina debe ser sencilla, rápida y precisa en toda la gama de valores normales y anormales.
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