Ficha técnica

Fondo para la Contención y el Alivio de Catástrofes

El 16 de marzo de 2021

Propósito del CCRT. En febrero de 2015, el FMI transformó el Fideicomiso de Alivio de la Deuda Post-Catástrofe para crear el Fideicomiso de Contención y Alivio de Catástrofes (CCRT, por sus siglas en inglés), ampliando la gama de situaciones cubiertas por la asistencia del FMI en caso de catástrofe para incluir epidemias de rápida propagación. En marzo de 2020, el FMI adoptó un conjunto de reformas al CCRT para permitir al Fondo proporcionar un alivio inmediato del servicio de la deuda a sus miembros más pobres y vulnerables afectados por la actual pandemia de COVID-19 y cualquier pandemia futura. El fideicomiso proporciona subvenciones para pagar el servicio de la deuda con el FMI a los países miembros de bajos ingresos que reúnen los requisitos necesarios y que se ven afectados por los desastres naturales más catastróficos o que luchan contra desastres de salud pública, como epidemias o pandemias mundiales. El objetivo del alivio de la deuda en el marco del CCRT es liberar recursos para satisfacer las necesidades excepcionales de la balanza de pagos creadas por la catástrofe, en lugar de tener que destinar esos recursos al servicio de la deuda.

Elegibilidad. La asistencia a través de la CCRT está actualmente disponible para los países que reúnen los requisitos para obtener préstamos en condiciones favorables a través del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Reducción de la Pobreza (PRGT) y cuya renta per cápita es inferior al límite operativo de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) (actualmente 1.185 dólares) o, en el caso de los Estados pequeños con una población inferior a 1,5 millones de habitantes, una renta per cápita inferior al doble del límite de la AIF (actualmente 2.370 dólares).

Estructura. El CCRT tiene dos ventanas: (i) una ventanilla de contención de catástrofes, para prestar asistencia en la contención de una catástrofe de salud pública; y (ii) una ventanilla de ayuda posterior a la catástrofe, para prestar asistencia excepcional tras una catástrofe natural. Las ventanas tienen diferentes propósitos, criterios de calificación y términos de asistencia.

Ventana de Contención de Catástrofes:

• Calificación. Hay dos casos alternativos de calificación de las catástrofes de salud pública. El primero se refiere a una epidemia que pone en peligro la vida y que se ha extendido por varias zonas del país afectado, causando un trastorno económico significativo, y que tiene la capacidad de extenderse o ya se está extendiendo a otros países. La perturbación económica significativa se define por al menos: (i) una pérdida acumulada del PIB real del 10 por ciento; o (ii) una pérdida acumulada de ingresos y un aumento de gastos equivalentes al menos al 10 por ciento del PIB. El segundo caso se refiere a una pandemia mundial que ponga en peligro la vida de los miembros del FMI y que provoque necesidades de balanza de pagos de tal envergadura que justifiquen un esfuerzo concertado para apoyar a los países más pobres y vulnerables a través de una ayuda adicional sustancial en forma de subvenciones y alivio del servicio de la deuda. Para poder optar a la ayuda, el país afectado debe poner en marcha políticas macroeconómicas apropiadas para hacer frente a las necesidades de la balanza de pagos.
• Alivio del servicio de la deuda. Los países de renta baja elegibles que se vean afectados por las catástrofes de salud pública definidas anteriormente podrán recibir subvenciones por adelantado que cubran la deuda elegible que venza con el FMI en un período no superior a dos años a partir de la fecha de la decisión inicial (es decir, hasta abril de 2022), siempre que el CCRT disponga de recursos suficientes.

Ventana de ayuda tras la catástrofe:

• Calificación. Un desastre natural catastrófico que (i) haya afectado directamente al menos a un tercio de la población; y (ii) haya destruido más de una cuarta parte de la capacidad productiva del país, según los primeros indicios, como las estructuras destruidas y el impacto en sectores económicos e instituciones públicas clave, o haya causado daños que se consideren superiores al 100% del PIB.
• Alivio del flujo de la deuda. Los países de bajos ingresos elegibles afectados por desastres catastróficos, según la definición anterior, recibirían un alivio del flujo de la deuda sobre su servicio de la deuda con el FMI que venza en los dos años siguientes al desastre.
• Alivio del saldo de la deuda. La cancelación total del saldo de la deuda de un país con el FMI también es posible en los casos en los que la catástrofe haya creado necesidades de balanza de pagos sustanciales y duraderas y en los que los recursos liberados por el alivio del saldo de la deuda sean fundamentales para satisfacer estas necesidades. Este sería el caso típico si el país tuviera una carga de deuda muy elevada. El alivio del saldo de la deuda estaría condicionado a los esfuerzos concertados de alivio de la deuda por parte de los acreedores oficiales del país y a la disponibilidad de recursos en el CCRT.

Financiación del CCRT. El CCRT se financió inicialmente con el saldo del anterior Fideicomiso para el Alivio de la Deuda Post-Catástrofe y con cuentas sobrantes de la financiación de la Iniciativa Multilateral de Alivio de la Deuda. En respuesta a la pandemia de la COVID-19, el FMI ha puesto en marcha un esfuerzo urgente de recaudación de fondos que permitiría al CCRT proporcionar alivio del servicio de la deuda durante todo el período de dos años, dejando al mismo tiempo al CCRT adecuadamente financiado para futuras necesidades. Esto requerirá un compromiso de unos 1.400 millones de dólares

de ayuda del CCRT. Hasta la fecha, se han aprobado dos tramos de seis meses -de abril de 2020 a abril de 2021- para los 29 países con deuda elegible. En casos anteriores, tres países afectados por el ébola (Guinea, Liberia y Sierra Leona) recibieron asistencia de este fideicomiso por un valor cercano a los 100 millones de dólares en febrero-marzo de 2015. El anterior Fideicomiso para el Alivio de la Deuda Post-Catástrofe se utilizó para proporcionar asistencia a Haití en julio de 2010 por unos 270 millones de dólares, eliminando toda la deuda pendiente de Haití con el FMI