La historia de la aviación está repleta de aviones que han representado la cúspide del diseño: veloces cazas, bombarderos y transportes de largo alcance, emocionantes biplanos deportivos, aviones experimentales que utilizaron el cielo como laboratorio. Muchos de ellos establecieron notables récords, ayudaron a ganar guerras, aumentaron nuestra movilidad, formaron a miles de pilotos o influyeron en la aviación de muchas maneras. Cualquier persona remotamente interesada en la historia del vuelo reconocerá al instante los nombres: SPAD, Fokker Triplane, Vega, Comet Racer, Zero, Spitfire, MiG, Pitts, Starfighter, Blackbird y Concorde, por nombrar sólo algunos.
¿Pero cuáles fueron los aviones transformadores? ¿Los que cambiaron las prácticas de diseño para que los futuros aviones de tipo similar fueran diferentes de los que habían volado antes?
El avión transformacional es una rareza y, sorprendentemente, muchos no son tan conocidos como deberían. Las innovaciones que introducen aparecen en diseños posteriores que suelen ser mucho más conocidos. En otros casos, pueden ser recordados por otras cualidades que poseían, cualidades que enmascaran u ocultan por qué eran tecnológicamente significativos. Unos cuantos cambiaron no sólo la aviación, sino el mundo en general; éstos se incluyen en el artículo «10 aviones que cambiaron el mundo» del número de junio/julio de 2008 de Air & Space/Smithsonian. Sin embargo, se consideran aquí únicamente por su contribución al arte y la ciencia del vuelo.
La siguiente es una lista muy subjetiva, que se ofrece como estímulo para la reflexión y el debate. Obviamente, muchos otros tipos de aeronaves podrían ser nominados, y numerosas listas de «también rans» son posibles. (Richard P. Hallion fue historiador de las Fuerzas Aéreas de 1991 a 2002 y es autor de más de una docena de libros sobre la historia de la aviación.)
1. Wright 1905 Flyer
No tan conocido como el primer avión, el Flyer de 1903, el Wright 1905 Flyer fue el primer avión práctico del mundo. Los aparatos de 1903 y 1904 fueron puramente experimentales y sentaron las bases para el control de tres ejes (guiñada, cabeceo y balanceo). El Flyer de 1903 tenía el alabeo y la guiñada interconectados (alabeo y timón). El Flyer de 1905, en cambio, fue el primer avión con control independiente de tres ejes.
Aunque seguía utilizando una catapulta para el despegue y seguía teniendo la inestabilidad de todos los primeros biplanos Wright, el Flyer de 1905 difería significativamente de ellos. Tenía asientos verticales para su piloto y un pasajero, el doble de potencia que sus predecesores, un 50% más de velocidad y una resistencia mucho mayor, capaz de volar durante más de media hora. En términos modernos, el Wright Flyer de 1905 constituyó un prototipo de preproducción para los posteriores diseños de producción de Wright, y una plantilla para los aviones del mundo que le siguieron. En el Wright Hall de Carillon Park, en Dayton (Ohio), los visitantes pueden ver este extraordinario avión, magníficamente restaurado con la ayuda del propio Orville Wright.
Más información: Marvin McFarland, Wright Papers (McGraw-Hill, 1953); Wright Flyer curatorial files; Charles Gibbs-Smith, Dictionary and Nomenclature of the First Aeroplanes (HMSO, 1966); Kenneth Munson, Pioneer Aircraft (Macmillan, 1968).