Infecciones respiratorias superiores en los gatos

Por Emily Finn, DVM

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MSPCA-Angell West, Waltham

Las infecciones respiratorias superiores son una causa frecuente de enfermedad en gatitos, gatos en un entorno de refugio, gatos que pasan tiempo al aire libre y en gatos persas de cualquier edad. Los signos clínicos pueden ir desde estornudos leves hasta la formación de costras en los ojos y la nariz con la respiración por la boca abierta, e incluso pueden progresar hasta la neumonía. Al igual que el resfriado común en las personas, las URI (infecciones respiratorias superiores) en los gatos están causadas por diversos agentes infecciosos. Las causas más comunes, que representan aproximadamente el 90% de los casos, son el herpesvirus felino y el calicivirus. El hecho de que ambos sean virus y, como tales, no respondan a los antibióticos, entrará en juego cuando hablemos de las opciones de tratamiento. Otras causas son la Bordetella, el Mycoplasma y la Chlamydophila, todas ellas infecciones bacterianas. La infección por múltiples agentes es común. Las infecciones se propagan fácilmente entre los gatos y los agentes infecciosos pueden persistir hasta 10 días en el ambiente. Además, una vez que un gato se ha recuperado de una URI, puede seguir eliminando agentes infecciosos en el entorno durante muchos meses. Por último, las infecciones virales de las vías respiratorias superiores conducen a un estado de portador permanente. Aunque es probable que su gato se cure completamente de una infección de las vías respiratorias superiores, tiene un riesgo significativamente elevado de que vuelvan a aparecer los signos a lo largo de su vida (especialmente durante los momentos de estrés físico y mental), ya que el virus nunca se elimina por completo.

Los signos causados por las infecciones de las vías respiratorias superiores incluyen secreción ocular (acuosa, espesa o costrosa), estrabismo, secreción nasal (acuosa, espesa o costrosa), úlceras corneales (heridas en la superficie del ojo), estornudos, sibilancias, un cambio en el sonido del maullido de su gato, úlceras orales y respiración con la boca abierta. Los gatitos que padecen una URI también pueden desarrollar fiebres altas, letargo y pérdida de apetito. En raras ocasiones, puede producirse una neumonía. Si observa la aparición de estos signos, llame a su veterinario. Si los signos son leves, pueden aconsejarle que lo controle en casa. También es posible que le digan que lo mejor es llevar a su gato para que lo examinen. En esta visita, le explicarán lo que ha estado ocurriendo, comprobarán la temperatura de su gato, le examinarán cuidadosamente los ojos y la boca, y escucharán su corazón y sus pulmones. En función de lo que encuentren en la exploración, pueden ofrecerle radiografías del tórax y pruebas de laboratorio.

Como se ha comentado, la mayoría de las infecciones de las vías respiratorias superiores están causadas por un virus. Dicho esto, las infecciones bacterianas secundarias son comunes. El tratamiento de los gatos levemente afectados suele consistir en cuidados de apoyo en casa en forma de mantener el interés por la comida calentándola/ofreciendo alimentos «apestosos», tratamientos de vapor/aire humidificado y una estrecha vigilancia. En los gatos con infecciones más graves, pérdida de apetito o fiebre, es probable que se prescriban antibióticos. Si su gato tiene úlceras en la córnea, se le enviará a casa con medicamentos tópicos para los ojos y un collar electrónico (cono) para evitar más traumatismos en los ojos. En algunos casos, se prescribirán medicamentos antivirales. El pronóstico para los gatos con infecciones respiratorias superiores es bastante bueno, pero su mascota puede tardar hasta dos semanas en recuperarse.

Hay muchas medidas que pueden tomarse para reducir el riesgo de una infección respiratoria superior en su gato. En primer lugar, las vacunas básicas incluyen la vacunación contra el herpesvirus y el calicivirus. Mantenga a su gato dentro de casa y limite su grupo de gatos a unos pocos. Si va a introducir un gatito en su familia, asegúrese de que esté bien alejado de sus otros gatos durante las primeras semanas. La suplementación con el aminoácido lisina puede reducir la gravedad y la frecuencia de los brotes de herpesvirus. Reduzca el estrés en la medida de lo posible: al igual que en las personas, el estrés es un desencadenante conocido de los brotes de infecciones por herpes.

Como siempre, póngase en contacto con su veterinario si tiene alguna pregunta o preocupación sobre la salud de su mascota.

Para obtener más información sobre el Servicio de Emergencia de la MSPCA-Angell West, visite www.angell.org/emergency o llame al 781-902-8400.

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