El niquelado produce superficies duras y duraderas y se utiliza a menudo en aplicaciones que requieren tanto resistencia al desgaste como protección contra la corrosión. Existen dos métodos principales para aplicar el niquelado: «El niquelado químico es una técnica no eléctrica utilizada para depositar una aleación de níquel-fósforo en la superficie de un material base o «sustrato». En este proceso, el sustrato se coloca en un baño químico con compuestos de níquel-fósforo y un agente reductor, que hacen que los iones metálicos se depositen en su superficie. Dado que el proceso emplea una reacción química autocatalítica en lugar de corriente eléctrica, deposita un recubrimiento fiable y repetible de espesor uniforme.
El niquelado sin electricidad proporciona al sustrato una excelente protección contra la corrosión, unas propiedades de lubricidad similares a las del cromado y una superficie dura y limpia resistente al desgaste. Recubre eficazmente las piezas con bordes afilados, rebajes profundos, costuras, roscas y geometrías complejas.
El proceso también puede depositar aleaciones de placas de níquel con diferentes porcentajes de fósforo, que van desde el 2-5 por ciento hasta el 11-14 por ciento (niquelado químico con alto contenido de fósforo), lo que da lugar a propiedades metalúrgicas significativamente diferentes.
Especificaciones
- ASTM B733
- MIL-C-26074
- MIL-F-14072 (M265)
- SAE AMS 2404 & 2405
- MIL-STD-171 (1.4.3)
- ASTM B733
- ISO 4527
- ASTM B656
- AMS 2404
Niquelado sin electrodos vs. Niquelado electrolítico
El proceso de niquelado químico tiene varias ventajas claras sobre el proceso tradicional de niquelado electrolítico.
En primer lugar, el proceso de niquelado electrolítico requiere la aplicación de una corriente continua aplicada externamente, lo que da lugar a un espesor de chapado que tiende a ser no uniforme; pueden formarse depósitos excesivos en los bordes o esquinas del sustrato, donde la corriente eléctrica suele ser mayor.
En segundo lugar, con el niquelado electrolítico de alto contenido en fósforo, la propia placa es una aleación amorfa de níquel y fósforo. La adición de fósforo proporciona al depósito una mayor resistencia a la corrosión, menos propiedades magnéticas (variedades de alto fósforo) y un menor coeficiente de fricción que el níquel electrolítico.
En tercer lugar, con el proceso de níquel químico la placa se deposita uniformemente, eliminando la necesidad de un mecanizado posterior a la placa en las dimensiones críticas.
Aplicaciones
El niquelado químico se utiliza normalmente en aplicaciones que requieren dureza, resistencia al desgaste y protección contra la corrosión. Dichas aplicaciones incluyen una gama muy amplia de usos, desde artículos domésticos comunes como cuchillos, tenedores y accesorios de baño hasta equipos industriales y militares, maquinaria para la fabricación de papel, equipos de transporte y piezas de campos petrolíferos.
Debido a su excepcional dureza, el niquelado químico con alto contenido en fósforo se utiliza para la reparación de piezas desgastadas, donde el recubrimiento se aplica a la pieza desgastada, que luego se mecaniza para devolverle sus especificaciones originales.
El niquelado puede utilizarse para proteger sustratos en entornos de corrosión que van de leves a extremos.
Beneficios
- Resistente a la corrosión, incluso en entornos severos
- Propiedades de lubricación/liberación
- Dureza, resistencia, y resistencia a las virutas
- Capacidad para chapar superficies irregulares
- Espesor uniforme de la chapa
Limitaciones
La supervisión y el control del baño químico es fundamental y puede ser un reto, y pueden producirse tensiones metálicas residuales si el proceso de chapado no se controla adecuadamente
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